‘Tea Party’, el hueso duro de roer
13 Sep
Ayer se celebró el debate de los precandidatos presidenciales del Partido Republicano, organizado por el Tea Party, el movimiento ultra conservador, formado por republicanos, y que tiene su propia agenda electoral al margen del partido. Como era de esperarse, todos los dardos fueron contra la creciente estrella, Rick Perry, gobernador de Texas, cuya visión conservadora está ganando terreno ante quien está en la primera posición, Mitt Romney, gobernador de Massachusetts.
Con el debate de ayer, el Tea Party se consagra ya como una realidad política, cuya fortaleza fue demostrada en las elecciones de noviembre del año pasado. Como bien explican, Francisco J. Pérez-Latre y Matías Jové, en el artículo Tea Parties, política al margen de los partidos:
«El origen de los tea parties, como había ocurrido en Estados Unidos con otros movimientos sociales, responde también a la existencia de una identidad fuerte y a la ausencia de representación de sus intereses en los cauces tradicionales de participación política, en este caso, a cargo del Partido Republicano. Como en el caso de Moveon.org, se trata de un fenómeno de insurgencia típico de Internet: un conjunto de grupos locales organizados con ayuda de las redes sociales y otras tecnologías de la comunicación. Lo que diferencia los tea parties de los anteriores movimientos sociales es su estructura descentralizada, sin líderes jerárquicos, capaz de integrar diversas facciones y de englobar múltiples iniciativas.»
Sobre el uso de las redes sociales, Pérez y Matías concluyen:
«En los tea parties, además de la tradición federalista, se aprecian indicios de la incapacidad de las maquinarias políticas tradicionales para movilizar a los ciudadanos. Un grupo de ciudadanos que conectan con un blogger con éxito o alcanzan difusión a través de YouTube, logran cobertura en los medios tradicionales de ámbito nacional y tienen oportunidades de movilizar a la ciudadanía y conseguir cambios.»
Indudablemte que la novedad de la campaña electoral en Estados Unidos lo es el Tea Party. ¿Qué tan efectivo será en convertir esa influencia en votos en contra de Barack Obama? Esa es la gran pregunta. Continuaré sobre el tema oportunamente.
———————–
Apunte relacionado: Tea Party, el clavo en el zapato.
Sin comentarios