Elecciones en Venezuela

6 Oct

Después de catorce años en el poder, el presidente Hugo Chávez enfrenta mañana su principal desafío electoral en su carrera política. Aquejado de serios quebrantos de salud, y con una deteriorada situación económica, Chávez había logrado superar los obstáculos políticos del pasado, básicamente por la debilidad de la oposición de no tener la capacidad de unificarse en torno a propósitos prográmaticos comunes. Sin embargo, eso era en el pasado, y hoy día, la oposición política venezolana, representada por una nueva generación de dirigentes, ha hecho lo que nunca había podido hacer: unificarse y definir un proyecto político exitoso, que hoy día lo representa Henrique Capriles, de la Mesa de la Unidad Democrática.

La lucha electoral ha sido desigual. Es David contra Goliat. El uso de los recursos del Estado en el proceso electoral ha sido una característica constante, incluyendo uso desigual en los medios de comunicación, como por ejemplo, lo han representado las llamadas «cadenas nacionales» que se imponen a los medios para escuchar los discursos del presidente Hugo Chávez. Su autoritarismo se ha incrementado en los últimos años, así como su acercamiento con Cuba e Irán, lo cual genera preocupaciones en el ámbito internacional. Venezuela está hoy polarizada y fragmentada.

Ramón Guillermo Aveledo, Secretario de la Mesa de la Unidad Democrática, ha expresado sobre el rol que juega el Consejo Nacional Electoral:

«Como árbitro deja mucho que desear por oficialista al tolerar el ventajismo y la obscena asimetría de la campaña. Sin embargo, como organizador de los comicios, es bastante bueno porque lo hace con una tecnología moderna que podemos auditar. Hemos ganado elecciones y no ha sido el CNE el que nos la ha negado: ganamos elecciones a gobernadores y después fue el gobierno quien le quitó a esos gobernadores sus atribuciones».

Sabias declaraciones. La oposición denuncia la desigualdad del proceso electoral, pero confía en el sistema electoral. Capriles ha logrado arrinconar al presidente Chávez, y en ocasiones, lo ha colocado a la defensiva, pero, sin dudas, que Chávez está en la delantera. Ha sido un proceso largo, y la oposición debe sentirse con la satisfacción del deber cumplido. Si Capriles gana, será un hecho sin precedentes. Si Chávez gana, el mayor error que cometería la Mesa de la Unidad Democrática es no seguir unidos. Al contrario, la Mesa debe continuar, pues, será más necesaria para la democracia venezolana su articulación y su propuesta prográmatica. Los desafíos que tiene Venezuela son serios y requerirán del concurso de todos para superar las heridas abiertas.

Mañana es un día clave para la democracia venezolana. Desde el Caribe, deseo que la jornada transcurra en paz, y que se respeten los resultados electorales, que deben ser absolutamente transparentes.

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