Fundamentos de elección favorecen a Obama
9 Oct
En Estados Unidos, donde las instituciones democráticas son fuertes, el proceso electoral no es desigual entre el presidente candidato y su competidor. A nadie en Estados Unidos se le ocurre acusar a Barack Obama de usar los recursos públicos a su favor en la campaña. Es más, hasta el uso del «Air Force One» en actividades proselitistas está regulado. A diferencia de lo que ocurre en otras naciones, en Estados Unidos, ser presidente y candidato a la reelección es complejo. Su triunfo está basado en el desempeño de su gestión, que se conocen como los fundamentos de la elección. En otras palabras, en lo que afecta al bolsillo del electorado.
En noviembre del 2011, escribí el apunte titulado Obama, ¿será reelecto?:
Obama, por tanto, es ahora el ‘underdog’ ante los republicanos. Su estrategia es evitar que sus números sigan descendiendo en los niveles de aprobación, y tratar de remontar a un nivel que lo acerce al 50%. Por otra parte, la crisis económica y la tasa de desempleo que está en 9%, son factores que tienen incidencia en las posibilidades de triunfo de Obama. Hay que recordar que hubo presidentes que se reeligieron en momentos de igual dificultad, como Reagan, Nixon, Eisenhower y Truman. Ante este panorama, Obama tiene posibilidades de ganar, aunque nunca será como su triunfo del 2008. Será una tarea difícil, pero no imposible.
Si bien es cierto que las encuestas reflejan una lucha cerrada entre Obama y Mitt Romney, lo cierto es que los fundamentos de la elección favorecen a Obama. Veamos:
– Mercado de valores. Estable en los cuatro años.
– Inflación. Estable en los cuatro años, excepto los precios de los combustibles.
– Manufactura industrial. Logró recuperar la industria automotriz.
– P.I.B. Es su punto débil.
– Empleo. El último reporte revela que el desempleo ha decrecido al 7.8%, una buena noticia para Obama.
Según Nate Silver, uno de los encuestadores de mayor prestigio, los datos anteriores son muy similares a los procesos electorales de 1956, 1960, 2000 y 2004, en los que el presidente de turno ganó la reelección: Dwight Eisenhower y George W. Bush.
Es cierto que Romney ganó el primer debate, pero es lo que ha ocurrido en ocho de cada diez elecciones desde 1976. Mientras Obama mantenga su niveles de aprobación cerca del 50%, ganará las elecciones. Al día de hoy, según el modelo de Silver, en los votos de los colegios electorales (se necesita 270 para ganar), la contienda está así:
Obama 302
Romney 235
Claro, Obama tiene que tener mejor desempeño en los próximos dos debates, y al igual que Bush en 2004, ganará las elecciones, no con el margen que Obama hubiese querido. Veremos.
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