Obama gana la batalla del ‘abismo fiscal’

2 Ene

En un cierre de drama al estilo de la serie «The West Wing», la Cámara de Representantes aprobó anoche la ley convenida en el Senado que evita que Estados Unidos cayese en el llamado ‘abismo fiscal’. Con votación de 257 a 167, los demócratas lograron articular una mayoría (85 republicanos se unierson a 172 demócratas), y lograron la aprobación de la ley, antes de que concluyeron el período del actual Congreso que expira el 3 de enero. El nuevo Congreso, el 113, se juramenta el 21 de enero.

Esta nueva ley es un triunfo para el presidente Barack Obama, quien durante la campaña electoral, prometió que aumentaría los impuestos para los más ricos. De ahora en adelante, quienes ganen más de 400,000 dólares al año, deberán pagar una tasa impositiva de 39.6% (antes era de 35%). Los recortes o deducciones que existen para personas que ganen anualmente menos de 250,000 irán desapareciendo gradualmente.  La explicación detalla del nuevo paquete impositivo, aquí.

Lo interesante es que los republicanos no votaban por un aumento de impuestos desde la presidencia George H.W. Bush. Y, por otra parte, los demócratas lograron evitar recortes en sus programas asistencias. Una victoria para el presidente Obama.

¿Significa esto que ya se resolvió lo del «abismo fiscal»? En verdad no. Los legisladores han resuelto uno de los dos temas: el de los impuestos. El otro tema, el del techo de la deuda, el gobierno americano tiene hasta el mes de marzo para resolverlo. Por tanto, Obama ha ganado oxígeno, y deberá emplearse a fondo para que, en marzo, efectivamente, el gobierno no caiga en el abismo, o quede inoperante.

Ayer, las instituciones americanos volvieron a demostrar que funcionan. Al margen de sus diferencias políticas, el bipartidismo funcionó. Es cierto que hubo maniobras propias del Congreso americano como la de aprobar el acuerdo, pero no así el aumento de las ayudas para las víctimas del Huracán Sandy. La política también es eso. Todavía hay republicanos que no saben perder. Pero, indudablemente, ayer concluyó la primera parte de este capítulo de un año que apenas comienza.

 

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