Apuntes de Orlando Jorge Mera

Ella es la cara del turismo dominicano. Cada vez que habla lo hace con sentido de nación: «Muchas veces durante estos dos años, cuando uno tras otro surgían nuevos proyectos y medidas de consecuencias impredecible para nuestra industria, me pregunté si nuestras autoridades entendían lo que es la industria turística, su competitividad y su proyección internacional». Siempre clara, firme y respetuosa. He tenido el alto honor de entrevistarle para Líderes, y he visitado innumerables veces a Punta Cana, y a pesar de que concluirá su mandato como presidenta de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes, Haydée Kuret de Rainieri seguirá siendo la cara de nuestras playas y de nuestra naturaleza. Ella es parte de nuestro orgullo nacional.

(Foto, vía BuenosDíasRd).

Juan Luis Guerra es el más grande de todos los dominicanos en los últimos tiempos. Durante el pasado fin de semana, su cara e imagen estuvo circulando en todas las noticias mundiales al recibir el Doctorado Honoris Causa en su Alma Mater, la Universidad de Berklee. Un merecido reconocimiento a un dominicano que nos honra.

Lo que más admiro de Juan Luis Guerra es que siempre tiene los pies sobre la tierra, nunca «se le han ido los humos a la cabeza», como se dice popularmente. Siempre humilde y sencillo, y cada vez que una causa humana y justa ha requerido de su presencia, Juan Luis Guerra siempre ha estado ahí. Un dominicano trotamundo, no solo alto de tamaño, sino el más grande. Un ejemplo que nos enorgullece.

Vía DR1, me entero de la noticia de que el dominicano Feniosky Peña-Mora fue designado Decano de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Columbia en New York. Según la nota de prensa, distribuida por la Universidad de Columbia, Peña-Mora se graduó de ingeniero en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), y luego hizo su maestría y doctorado en ingeniería civil en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Posteriormente, trabajó tanto en MIT como en la Universidad de Illinois, destacándose por su profesionalidad y experiencia en ingeniería ambiental y civil.

Peña-Mora vivió, desde que se graduó en la UNPHU, en Washington Heights, y aprendió el inglés estudiando programas de lenguas secundarias en New York. Un ejemplo de superación, sacrificio y esfuerzo. Un ejemplo de que el «sueño americano» es una realidad, especialmente para quienes con honestidad y laboriosidad hacen las cosas bien. Peña-Mora es un orgullo nacional.