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‘Lo peor está por venir’

13 Feb


Es el titular de la última edición de la revista FP (edición española) que no pudo estar más acertado. No solo es la opinión de cinco destacados economistas de extraordinaria reputación mundial, sino que es lo que nos está diciendo nuestra propia realidad en los distintos contactos y encuentros con distintos ciudadanos del diverso quehacer nacional e internacional.

Solo basta con ver lo que está pasando actualmente en España. Se trata de la peor paralización de la economía española en los últimos años, con más de cuatro millones de habitantes sin empleo. Si nos vamos a Estados Unidos de América, actualmente en recesión, el problema ya no es ni el salvamento de 700 billones de la administración anterior, ni tampoco el paquete de estímulo del presidente Obama de 800 billones. La pregunta que todos se hacen es si estas inimaginables sumas serán suficientes para levantar a la economía americana. Y los países emergentes, hasta ahora sin sufrir el impacto directo de la crisis, se preguntan, hasta cuándo resistirán sus reservas, para no caer en crisis.

En contactos recientes con círculos del mundo empresarial y de las finanzas dominicanas, en voz baja, lo que se me dice es que «… y eso que, todavía aquí (en República Dominicana) no hemos tocado fondo», como una advertencia de que justamente «lo peor está por venir». En otras palabras, un país, como el nuestro, que no tiene reservas suficientes, que no está planificado para «lo peor», ¿qué podemos hacer?

Lo grave de esto es que el gobierno no ha cambiado su conducta ante la crisis. Mantiene el mismo nivel de gasto público, en inversión de publicidad oficial, anunciando nuevas inversiones en obras no prioritarias, y sin tomar decisiones cruciales sobre todo en el ámbito de la reorientación del presupuesto. Mientras el gobierno mantenga la mayoría en el Congreso Nacional, no habrá cambios en la política económica. De ahí la importancia y la trascendencia de las elecciones del Congreso y los Ayuntamientos del 2010.

Repito lo que he dicho en otras oportunidades: Somos los ciudadanos los que tenemos que cambiar nuestros hábitos. Ahorrar más. Ser más austeros. Ser más solidarios. En pocas palabras, apretarnos los cinturones, tal como sugiere la portada de la revista FP. Estoy seguro que así, podremos superar esta dura prueba.

São Paulo, una megaciudad

3 Ene


Con más de 11 millones de habitantes, y perteneciendo a un Estado que cuenta con mas de 40 millones de habitantes, São Paulo es una megaciudad. Para quienes vivimos en una isla, la inmensidad de esta ciudad la vemos y palpamos en cada esquina, en cada lugar, y en todo instante, aun con el dato más mínimo o insignificante para sus habitantes.

Por ejemplo, según el diario O Estado de S. Paulo, para el feriado de navidad y de año nuevo, salieron de la ciudad hacia los distintos balnearios y playas (recuerden que el Sur esta en pleno verano), 685,000 vehículos. Dicho de otra manera, 6,000 mil vehículos por hora. Aproximadamente 1,500,000 personas. Es como si, casi todos los habitantes del Distrito Nacional, en Santo Domingo, decidieran, salir todos, fuera de la ciudad.

Antes les había comentado sobre el Índice de Ciudades Globales, publicado por la revista FP, edición española. Según este Índice, São Paulo ocupa el lugar 16 de las 20 ciudades más importantes del mundo. Su fuerte es la extraordinaria plataforma que ofrece para hacer negocios. Y es impresionante: es el motor principal de la economía y la industria de Brasil. Es como vivir en un Continente dentro de un Continente. Existe oferta de todo tipo de productos y servicios, fabricados y producidos aquí, y claro, existe la demanda.

La megaciudad es también un fenómeno del efecto migratorio que esta sucediendo en casi todos los países. Cada día, más y más habitantes viven en las urbes, dejando atrás las zonas rurales. Un fenómeno que se aprecia más en los países subdesarrollados y desarrollados, que en los desarrollados. Estos últimos, a pesar de la migración del campo a la ciudad, no abandonan la agricultura.

Cada vez que viajo a esta ciudad, siempre me pregunto: ¿Por qué el intercambio comercial entre República Dominicana y Brasil es tan bajo? Es tan bajo, que no hay cifras sobre el particular en Internet. En Republica Dominicana, he visto importaciones de algunas bebidas brasileñas, así como maderas preciosas. Desconozco si exportamos algún producto o servicio hacia Brasil. El sitio de la Cámara de Comercio Dominico – Brasileña ofrece información escasamente actualizada. Los dominicanos no hemos sabido aprovechar toda la potencialidad que nos ofrece Brasil.

Más en momentos como los actuales, en donde la economía dominicana ha sido impactada por la crisis financiera que tiene su epicentro en Estados Unidos. Hay que explorar nuevos horizontes. Países emergentes, como Brasil, deben ser un objetivo comercial, para incrementar nuestro intercambio comercial con naciones que, al día de hoy, no han sido afectadas por la crisis financiera mundial.

Miremos más hacia el Sur, siendo São Paulo, una megaciudad, que esta a la espera de brindar más oportunidades. Hay que romper la larga distancia que todavía nos separa, y acércanos más. Un desafío del 2009.