La biblioteca de Pinochet
8 Oct
¿Qué puede leer un dictador? ¿Que libros guarda en su biblioteca? En 2006, un juez chileno ordenó hacer un inventario de la biblioteca del dictador Augusto Pinochet, quien estaba aún vivo. Dos peritos bibliográficos y tres ayudantes fueron los encargados de hacer este inventario, así como determinar el valor tangible e intangible del mismo:
«De acuerdo con el resultado de ese informe pericial, que quedó adjuntado entre fojas 71894 y 71912 y que hasta ahora ha permanecido inédito, el equipo de expertos bibliográficos trabajó 194 horas en terreno y otras 200 dedicadas a pesquisas e investigaciones tendientes a determinar el valor monetario y patrimonial de los volúmenes y su mobiliario. El estudio persiguió cuantificar los montos que el general invirtió en este rubro, a partir de dineros que en su gran mayoría se suponen provenientes de fondos de gastos reservados asignados a la Presidencia de la República, a la Casa Militar y a la comandancia en jefe del Ejército.»
«El informe establece que los libros adquiridos por el general Pinochet son cerca de 55 mil, cuyo valor global fue estimado en US$ 2.560.000. A este monto se suman los valores del mobiliario, encuadernación y transporte de publicaciones editadas en el extranjero, todo lo cual fue tasado en US$ 52.000, US$ 75.000 y US$ 153.000, respectivamente. El estudio trasciende las consideraciones económicas.»
En el inventario, existen libros sobre derechos humanos, democracia, y libertad, principios y valores desconocidos brutalmente por Pinochet durante su dictadura.
«Aunque tiene muy buenas cosas, y se nota que tuvo una asesoría detrás, es una biblioteca muy poco organizada, sin un gran orden, con un afán por atesorar por atesorar. Hay una cantidad de obras de referencia, enciclopedias casi escolares, que develan un escaso conocimiento y una escenografía del poder. Después de leer al personaje a través de su biblioteca, mi conclusión es que este señor miraba con mucha fascinación, temor y avidez el conocimiento ajeno a través de los libros. Quien mandó a quemar libros forma la biblioteca más completa del país. Eso es interesante. De alguna forma conoce la dinámica y el poder de los libros.»
Al final, los dictadores son dictadores. Las bibliotecas constituyen un adorno para intentar disfrazar una personalidad llena de complejos. El informe sobre la biblioteca de Pinochet, aquí.
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