Golpe constitucional en Paraguay
23 Jun
Tal como escribí ayer, todo se ha consumado en Paraguay. Los conservadores que gobernaron en Paraguay por más de cincuenta años, y antiguos aliados del presidente Fernando Lugo se unieron para destituirle, por la vía del «juicio político», cumpliendo las formalidades constitucionales, de manera expédita, intentando legalizar una decisión eminentemente política. En su último mensaje, el presidente Lugo lo explica perfectamente:
La historia, por lo tanto, tiene otra historia. Para el observador extranjero que no conoce los detalles de la política latinoamericana, particularmente la de Paraguay, podría tener la idea de que la acusación contra Lugo tenía credibilidad y legitimidad. En el fondo, lo ocurrido en Paraguay fue una maniobra política para sacar a Lugo del escenario electoral de cara a las elecciones de 2013, pues como presidente de Paraguay podía influir en las elecciones. Sin embargo, no se quiso esperar el proceso electoral, sino que, sin apoyo político, los días de Lugo estaban contados. Todo, por un factor político, tal como relata El País:
A Lugo solo le restaban nueve meses para concluir su mandato de cinco años como presidente de Paraguay. Entonces, ¿por qué provocar su destitución ahora? “La clave son las elecciones de 2013”, indica el funcionario Bernabé Pencuyo, de 60 años, quien también acudió a la plaza para apoyar a Lugo. “Provocando su destitución, algunos candidatos presidenciales del Partido Colorado y otro liberales se garantizan que Lugo no actuará en contra de ellos como presidente durante la campaña electoral”.
Ese argumento fue repetido por varios analistas. El propio Fernando Lugo declaró el jueves a Telesur que el candidato del Partido Colorado Horacio Cartes fue el promotor de su destitución. Cartes había aparecido en los papeles de Wikileaks vinculado al narcotráfico. El departamento de Estado lo investigó en el marco de una operación denominada «Corazón de Piedra» relacionada con el lavado de dinero. Su pasado es un secreto a voces en Paraguay. Pero eso no le impide aspirar a la presidencia. El Partido Colorado modificó sus estatutos recientemente para incorporar a Cartes como candidato presidencial. “Aportó mucho dinero al partido”, indica un periodista. Ahora, el presidente Lugo apunta hacia él: “Hay indicios serios y claros de que él [Horacio Cartes] está detrás [del juicio político]. Sabe que su candidatura no está prendiendo, no está creciendo”, declaró Lugo a Telesur.
A Lugo, la sotana le pesaba mucho. Quien le sustituye es Federico Franco, quien era su vicepresidente, aliado en las elecciones de 2008, y adversario desde que llegaron ambos al poder. Definitivamente, lo ocurrido ayer deja una lección sobre matemática electoral: Las alianzas son frágiles en política, por lo que uno más uno no es igual a dos… sino uno. Además, no hubo un solo comunicado por parte de ninguna organización perteneciente a los llamados 'poderes fácticos» de Paraguay que respaldara a Lugo en este proceso. Al contrario, el silencio es elocuente.
La respuesta de los principales líderes latinoamericanos ha sido contundente, de rechazo a la destitución de Lugo, y desconocimiento al nuevo presidente. Un actor clave, Estados Unidos, ha emitido una nota que manifiesta apoyo a lo ocurrido. En igual sentido se ha pronunciado España. Para el sistema interamericano, la respuesta de la Organización de Estados Americanos es crucial. ¿Hasta que punto la legalidad se impondrá sobre la legitimidad? Veremos.
Comentarios recientes