Mario Monti, de tecnócrata a político

23 Dic

Cuando Mario Monti fue designado, sin elección, como primer ministro de Italia, coincidió que, durante esos días, estuve en Roma, y haber vivido la experiencia de la transición rápida de la dimisión de Silvio Berlusconi y los acuerdos políticos que dieron lugar a la juramentación de Monti, fue inolvidable. Mis impresiones la recogí en el apunte que titulé el retorno de los tecnócratas.

Monti había prometido estar en el gobierno por un año y que convocaría a elecciones en 2013. Como tecnócrata, Monti estuvo apoyado por un pacto sin firma de las principales fuerzas políticas que le prometieron respaldar su programa, pacto que se estuvo cumpliendo, hasta el momento en que la justicia italiana comenzó a accionar en contra de Berlucosni, quien hace menos de un mes, anunció su intención de presentar como candidato del ejecutivo para las elecciones de febrero próximo, retirándole el respaldo a Monti. A decir verdad, la centro izquierda, a diferencia de Berlusconi, ha sido coherente con su pacto, y ha apoyado a Monti en todo, aún en aquellas políticas con las que no están de acuerdo.

Con la confianza retirada por el partido de Berlusconi, Monti no tuvo otra alternativa que anunciar su dimisión, para colocar más presión sobre el primero. Luego, Berlusconi intentó dar marcha atrás, y pedirle a Monti que se presentara como candidato en una coalición de la derecha, incluido el partido de Berlusconi. Hoy, Monti ha dado respuesta: No quiere presentarse como candidato en las elecciones de febrero, pero, si las fuerzas políticas se lo piden, está dispuesto a encabezar el Ejecutivo.

Dicho de otra manera. Monti quiere volver a ser primer ministro, pero sin ser votado en elecciones, sino que, luego de las elecciones de febrero, los partidos que resulten con la mayoría, acuerden en llevarlo como primer ministro. Una jugada maestra para un tecnócrata que acaba de demostrar hoy que es un político experimentado. Con ello, Monti cumple su palabra de que iba a gobernar hasta las elecciones. Y que, si se lo piden y aceptan su programa de gobierno, él está dispuesto a continuar.

Interesante dilema el que tiene Italia. O volver a confirmar al tecnócrata. O elegir a un político. La política en Italia siempre ha sido caliente, aún en invierno. Continuaré dando seguimiento a este tema.

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