El principito de Marruecos
4 Jun
Nunca he vivido en una monarquía. Nací y me desarrollé en democracia, con altas y bajas. La gran ventaja de la democracia es la «igualdad de todos ante la ley». En contraste, todavía, en pleno siglo 21, hay monarquías, como la de Marruecos, en donde hay que besarle las manos al rey Mohamed VI, cada vez que se le saluda, tradición que se ha traslado al príncipe heredero Moulay El Hassan, de nueve años de edad, tal como se puede apreciar en este video:
http://youtu.be/L9ng3_ABnnk
Viendo estas imágenes, me recordé de los tiempos en que vivíamos en la férrea dictadura de Trujillo, quien, en un gesto que fue aplaudido en aquella época, nombró Coronel, a su hijo Ramfis, cuando tenía siete años de edad:
Tradiciones que vienen de la era medieval, y que procuran llevar la idea de la sumisión del pueblo al monarca, deben quedar en el pasado, y que no se repitan jamás. ¡Qué viva la democracia!
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