Que no se quede en palabras
17 Sep
Al gobierno le tomó más de un mes reformular su política de financiamiento al sector agrícola nacional. Descartada la propuesta anunciada el pasado 16 de agosto, que consistía en acceder a los fondos de pensiones para auxiliar a la agricultura, el presidente Fernández anuncio ayer el financiamiento de 6,000 millones de pesos para el campo.
Según el presidente Fernández, este monto se desglosa en tres partidas: 1,500 millones que están disponibles en el Banco Agrícola para financiamiento de productos de ciclo corto; 2,000 millones en el Banco de Reservas, sin precisar mecanismos y fecha de su disponibilidad; y 2,500 millones a través de bonos del Banco Nacional de la Vivienda, sin que se aclarara el mecanismo y la modalidad de esta emisión.
Es mi deseo que esta propuesta se implemente, de manera inmediata, y con toda la transparencia debida. Lo del financiamiento de productos de ciclo corto es urgente, y lo dijo como cliente que visita de manera ordinaria los supermercados y los mercados.
Últimamente, he podido apreciar una baja apreciable en la calidad de los vegetales y las frutas que se expenden en los supermercados. Incluso, en renglones tan sencillos, como las yerbas y especies, como perejil, puerro, apio, tomillo, y otras especies no se encuentran, y si se encuentran no tienen la calidad de antes. Igualmente, sucede con los vegetales y las frutas. La explicación que me ofrecen los empleados de los supermercados es que, por las lluvias, se ha producido un desabastecimiento, y una subida de los precios de estos productos.
Es cierto que las lluvias recientes afectaron importantes áreas del territorio nacional. Pero creo que todo esto esta vinculado al financiamiento anunciado ayer por el gobierno. Es que los productores nacionales no han podido enfrentar los altos costos de producción, y de ahí la necesidad de obtener acceso al financiamiento.
Es mi esperanza que este anuncio, al menos el del financiamiento a través del Banco Agrícola, no se quede en palabras. Que se implemente, con transparencia, para ver si el bolsillo de los consumidores nos comienza a doler menos. Por el bien de los productores nacionales, y de los dominicanos.
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