El debate Rajoy – Rubalcaba
8 Nov
Al igual que doce millones de televidentes, ayer ví el debate protagonizado por los dos principales candidatos a la presidencia del gobierno español, Alfredo Pérez Rubalcaba, del PSOE, y Mariano Rajoy, del PP. A diferencia de los debates presidenciales en Estados Unidos, en el caso de España, los candidatos están sentados en los extremos de la mesa, y pueden tener material de apoyo, como documentos, libretas y gráficas. También, tienen más tiempo para explicar y replicar que lo que usualmente se permite en Estados Unidos. Sin dudas, que el debate que vimos ayer es un ejemplo de la madurez que ha alcanzado la democracia española, y estoy seguro de que muchos académicos y especialistas de la política utilizarán ese debate en sus clases.
El debate se realizó en un contexto electoral en que las encuestas indican que Mariano Rajoy ganará las elecciones del 20 de noviembre, con una mayoría absoluta. Por lo tanto, quien tenía que ser agresivo y estar a la ofensiva en el debate era Alfredo Pérez Rubalcaba, quien así lo hizo. Rubalcaba demostró que hizo su tarea, se leyó y estudió el programa electoral del PP, hablaba exhibiendo convicción, y puso en aprietos a Rajoy al enrostrarle su ausencia de políticas claras en los ámbitos de sanidad, educación y desempleo. Por su parte, Rajoy evadió todo tipo de opiniones y afirmaciones que dividieran su electorado. Prefirió darle vueltas a sus respuestas, en vez de abordar temas espinosos. A diferencia de Rubalcaba, Rajoy leía constantemente su material de apoyo, en ocasiones lucía que se iba del escenario, al concentrarse en la lectura. En dos momentos del debate, Rajoy inconscientemente al mencionar a Rubalcaba, lo llamó «Rodríguez Zapatero». Fuera de estos detalles, la realidad se impuso: Rubalcaba no fue fulminante, por lo tanto, Rajoy ganó el debate.
Sobre los temas de debate, el protagonista fue el empleo, síntoma de la difícil situación que atraviesa España. El gran ausente fue la corrupción. No hubo una sola mención de ella. Rubalcaba hizo un esfuerzo extraordinario en desnudar el programa electoral del PP, para llevar a la mente del electorado la incertidumbre que podría crear un triunfo de Rajoy, básicamente en el ámbito de las políticas sociales y los derechos de los ciudadanos. En pocas palabras, el PSOE avanzó ayer, pero Rajoy se impuso. Continuaré dando seguimiento a este proceso electoral que concluye el próximo 20 de noviembre.
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