Creo en la libertad, la igualdad y la fraternidad como principios ordenadores de una sociedad justa. Pero de verdad, tomados en serio y adaptando su consecución a las realidades cambiantes del mundo.
El libro de Charles Ferguson sobre empresas criminales y corrupción política en Estados Unidos de América.
Charles Ferguson, productor del documental Inside Job, ha publicado el libro Predator Nation: Corporate Criminals, Political Corruption and the Hijacking of America, que constituye la más reciente radiografía de la ausencia de valores y principios morales en el mundo financiero y político de Wall Street. Ferguson interioriza en los detalles de cómo las agencias reguladoras financieras advirtieron lo que estaba ocurriendo, pero no fueron capaces de dar la alerta sobre la peor crisis desde la depresión de 1930.
It is no exaggeration to say that since the 1980s, much of the global financial sector has become criminalised, creating an industry culture that tolerates or even encourages systematic fraud. The behaviour that caused the mortgage bubble and financial crisis of 2008 was a natural outcome and continuation of this pattern, rather than some kind of economic accident.
This behaviour is criminal. We are talking about deliberate concealment of financial transactions that aided terrorism, nuclear weapons proliferation and large-scale tax evasion; assisting in major financial frauds and in concealment of criminal assets; and committing frauds that substantially worsened the worst financial bubbles and crises since the Depression.
And yet none of this conduct has been punished in any significant way.
Ferguson pone el dedo sobre la llaga. No se trata solo de los banqueros y financistas, sino de los propios políticos que flexibilizaron toda una serie de normas y previsiones, creando impunidad. Un sistema que se perfeccionó, provocando corrupción, en el país donde más se exige respeto a la Constitución y a la ley. Ferguson lo explica detalladamente en esta entrevista.
La corrupción también invade el ADN de los países desarrollados. Debemos vernos en ese espejo, y ojalá que no sea demasiado tarde.
El mundo de la música está de luto, luego de la muerte de Donna Summer. Su mejor legado es su extraordinaria voz y su música, que perdurará para siempre:
“Los bancos no hacían más que prestar dinero, te mandaban tarjetas de crédito sin que las hubieras pedido. Y la gente venga a gastar: se compraban Mercedes, una segunda casa, se iban de vacaciones… Pensaron que la felicidad era eso, gastar. (…) Los políticos sólo trabajaban para volver a ser elegidos. Regalaban trabajos para toda la vida a cambio de votos, por eso hay un millón de funcionarios. Y los griegos se acostumbraron a votar a un político y esperar que, cuando llegara a diputado, les consiguiera un trabajo. Lo tomaban como si fuera la realidad, pero es una enfermedad”.
Alecos Fassianos, refiriéndose a la corrupción en Grecia, vía Guerra Eterna. La frase es un reflejo de lo que ocurre también por estas latitudes.
Recientemente, Aaron Sorkin, uno de los mejores guionistas de Estados Unidos y creador de la serie The West Wing, fue orador invitado en la graduación de la Universidad de Syracuse, su alma máter. Su discurso estuvo cargado de anécdotas e historias personales que constituyen verdaderas lecciones de vida:
«Hay una historia acerca de un hombre y una mujer que han estado casados por 40 años. Una noche en la cena, la mujer se vuelve hacia su marido y le dice: «Tu sabes, hace 40 años el día de nuestra boda que me dijiste que me amaba y no has dicho esas palabras desde entonces.» Se sientan en silencio durante un buen rato antes de que el marido le diga: «Si yo cambio de opinión, yo te lo haré saber.»
Otra historia:
«Dos recién nacidos yacen lado a lado en el hospital y echan un vistazo a los demás. Noventa años más tarde, a través de una notable coincidencia, los dos están de vuelta en el mismo hospital al lado del otro en la misma sala de hospital. Se miran el uno al otro y dice uno de ellos, «Así, ¿qué te parece?»
Soy fanático del béisbol, y tenía varios días por compartir con ustedes, la interpretación que hizo The Civl Wars, durante el juego escenificado el 13 de abril de 2012, entre los Cerveceros de Milwaukee y los Bravos de Atlanta, en el Turner Field:
Solo quienes han vivido y viven en regímenes dictatoriales, saben lo que se padece y sufre cuando no existe la libertad. Solo la sátira política permite ver, desde otra óptica, la cruda realidad cuando un país es ‘gobernado’ por personalidades excéntricas que, ocultan todas sus deficiencias, bajo el culto de sus propias personas. Es lo que nos quiere recordar Sacha Baron Cohen, con su más reciente película El Dictador:
Ayer, François Hollande fue juramentado como presidente de Francia, en una ceremonia sobria y sencilla. Los franceses han dado una extraordinaria lección de madurez política, al haber hecho la transmisión del poder, en menos de quince días luego de la segunda vuelta electoral. Ante la gravedad de la crisis del euro y de la situación de las finanzas públicas en Francia, haber adelantado la transición política fue lo correcto. Las imágenes del presidente saliente Nicolas Sarkozy, saludando y recibiendo al presidente electo Hollande reflejan también la fortaleza institucional de Francia.
De su discurso, dos párrafos llamaron mi atención y que sintetizan el pensamiento de Hollande, como presidente de Francia:
Como Presidente de la República, voy a asumir todas las responsabilidades de esta misión de alto excepcional. Voy a establecer prioridades, pero que no tomará ninguna decisión en lugar de todos. Según la Constitución, el Gobierno determinará la política y conducirá a la nación. El Parlamento será respetados en sus derechos. La Justicia tendrá todas las garantías de independencia. El poder del Estado se ejercerán con dignidad, pero la simplicidad. Con gran ambición para el país. Sobrio y escrupulosos en su comportamiento. El Estado será imparcial, ya que es propiedad de todos los franceses y por lo tanto no pertenece a aquellos que hemos recibido este encargo. Las reglas para el nombramiento de los funcionarios públicos serán enmarcadas en la ley. Y la lealtad, competencia y sentido del interés general será el único criterio para determinar mi elección para los más altos funcionarios del Estado. Francia tiene la oportunidad de tener un servicio público de calidad. Quiero decirle que mi gratitud y la expectativa de que he puesto yo y cada uno de sus funcionarios. La confianza, es en la propia democracia. Creo en la democracia local y me refiero a la reactivación de una nueva ley de descentralización que daría a las nuevas libertades para el desarrollo de nuestros territorios.
Creo en la democracia social, y nuevas áreas de negociación estarán abiertas a los interlocutores sociales, que voy a respetar, así como representantes de los trabajadores de organizaciones profesionales. Creo en la democracia ciudadana, la de las asociaciones y la participación cívica que contará con el apoyo de los millones de voluntarios que se dedican a ella. La confianza, que se basa en la justicia en la elección. Justicia en el concepto mismo de la creación de riqueza. Es hora de poner la producción antes de la especulación, la inversión en el futuro antes de que la satisfacción de este trabajo, sostenible antes de ganancia inmediata. Es el momento de iniciar la transición energética y el medio ambiente. Es hora de abrir una nueva frontera para el desarrollo tecnológico y la innovación. Pero la justicia también en la distribución del esfuerzo requerido. No puede haber un sacrificio para algunos, más aún, y otros privilegios, cada vez menos. Este es el significado de las reformas que el gobierno se conducen con el deseo de premiar el mérito, el trabajo, la iniciativa, y desalentar el alquiler y los precios exorbitantes.
Hollande demostró que es un hombre de Estado, que sabe lo que quiere para su país, y que, por encima de todo, es el presidente de todos los franceses. Está consciente de que el momento reclama «sobriedad» y «escrupulosidad». Será respetuoso de los poderes del Estado, y exige comportamiento decoroso y digno de sus funcionarios. Respecto a su ideas progresistas, lo deja claro: Hay que acabar con los privilegios irritantes, frenar la especulación y generar empleos. Sin dudas, se ha iniciado una nueva etapa en la política francesa.
Inmediatamente fue juramentado, el presidente Hollande viajó a Berlín, y se reunió con Angela Merkel. La señal fue muy clara:
Volviendo a su discurso de toma de posesión, Hollande concluyó como cierran los gigantes de la política, con un merecido homenaje a todos sus antecesores. Es posible tener diferencias políticas, pero cuando se trata de poner por delante los destinos de una nación, hay que reconocer el esfuerzo y el sacrificio de quienes han ejercido la primera magistratura del Estado:
«En este momento en que yo soy el responsable de presidir el destino de nuestro país y representar el mundo, saludo a mis predecesores, a los que antes que yo, tenían la responsabilidad de conducir la República, Charles de Gaulle, que puso su prestigio a la grandeza y la soberanía de Francia; Georges Pompidou, que hizo el imperativo industrial en un problema nacional; Valery Giscard d’Estaing, que revivió la modernización de la sociedad; François Mitterrand, que tanto hizo avanzar las libertades y el progreso social; Jacques Chirac, que marcó su compromiso con los valores de la República; Nicolás Sarkozy, a quien dirijo mis mejores deseos para la nueva vida que se abre ante él.»
Extraordinario discurso. Hollande inicia con buen pié.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, durante todo su mandato, ha ofrecido solo cinco conferencias de prensa. Ante esta realidad, el periodista Jorge Lanata ha presentado el siguiente video:
http://youtu.be/5flV1KEkyW8
#Queremospreguntar se convirtió en ‘trend topic’ en las redes. Continuaré dando seguimiento a las relaciones entre la presidenta Fernández y los medios de comunicación.
En marzo de 2010, escribí sobre Joe Kennedy III, y las esperanzas de que él fuese el continuador de la dinastía de los Kennedy. Afortunadamente, Joe Kennedy ha dado el paso de aspirar a ser Representante de uno de los distritos del Estado de Massachusetts, de cara a las elecciones de noviembre. La revista Bloomberg se ha hecho eco de esta noticia:
Durante más de medio siglo, los Kennedy eran una fuerza en la política estadounidense. Su predominio comenzó con 1960 la candidatura presidencial de John F. Kennedy y se prolongó hasta la muerte del senador Edward M. Kennedy en 2009.
El regreso de la familia como una presencia política importante no es inminente, sin embargo, puede no ser que tan lejos. Un candidato a un escaño de Massachusetts en la Cámara de Representantes de EE.UU. es Joseph P. Kennedy III, el nieto de Robert F. Kennedy y sobrino nieto del presidente y el senador. Está corriendo en un distrito electoral ahora en gran parte representada por el representante demócrata Barney Frank, que se jubila.
No es sólo el nombre, los políticos veteranos y los observadores dicen que Kennedy, de 31 años de edad, es el verdadero negocio. Se establecen comparaciones con el joven Jack Kennedy, y en especial a Ted Kennedy en su primera carrera para el Senado en 1962: Los dos tenían un poco más allá de sus 30 años de edad, y que era su primer puesto electivo después de haber cumplido períodos como los fiscales del condado.
Por cierto, Joe Kennedy, en 2004, siendo miembro del Cuerpo de Paz de Estados Unidos, estuvo por estas latitudes, y dejó sus huellas:
Los Kennedy tendrán en Joe Kennedy su continuador, y desde aquí, aseguramos su triunfo, y con ello, tendremos un aliado en el Congreso de Estados Unidos.
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