Apuntes de Orlando Jorge Mera

Gulnara Karimova, hija del presidente Isl0m Karinov, de Uzbekistán, era considerada una de las personas más poderosas de ese país. Su padre, con dotes de dictador que gobierna Uzbekistán, desde el imperio soviético, la tenía como su virtual sucesora. Sin embargo, desde hace varios meses, Gulnara ha estado en desgracia política, bajo arresto domiciliario, y desde el pasado lunes, fue acusada formalmente por actos de corrupción. Es una lucha de poder. Recomiendo leer este artículo publicado en la revista Foreign Policy.

He aprendido que no todo se puede hacer por dinero. Hay causas que definitivamente es mejor decir que «no», para luego evitar consecuencias. Siempre he admirado a Sting, pero cuando leo que recibió un millón de dólares para hacerle un concierto a la hija del dictador de Uzbekistán, uno de los principales violadores de derechos humanos, definitivamente que no todo puede hacerse por el beneficio económico.