Lecciones de las elecciones en España
21 Nov
«El que gana es el que goza», es una frase que simboliza la contundente victoria del Partido Popular (PP) y de Mariano Rajoy en las elecciones celebradas ayer en España. La crisis que sacude a España le ha dado todo el poder a la derecha. El gran derrotado ha sido el PSOE. La luna de miel del PP durará poco. Cuando asuma el gobierno, y luego de cargar con la herencia recibida, deberá asumir responsabilidades de gobierno, y el hecho de que tener la mayoría absoluta, le permitirá gobernabilidad, pero no unidad.
Por estas latitudes, he tomado nota de las siguientes lecciones de este interesante proceso:
– La perserverancia de Mariano Rajoy. Fue dos veces candidato del PP para la presidencia del gobierno en 2004 y 2008. En esa última elección, fue objeto de fuertes críticas por parte incluso de los medios de comunicación afines a la derecha española. Sin embargo, Rajoy resistió, y con dedicación y perserverancia, se convirtió en el líder del partido. Al margen de las diferencias ideológicas que se puedan tener con él, hay que reconocer su valor, y hoy, la mayoría de los españoles le ha reconocido su liderazgo, probablemente más por la crisis que agobia a España, pero le ha dado una gran oportunidad con la historia. Esperemos que Rajoy esté a las alturas de las circunstancias.
– La fragmentación de la izquierda. La crisis provocó que muchos votantes del PSOE apoyaran a otras opciones de la izquierda, lo cual se evidencia en el crecimiento en los escaños de partidos como IU y UPyD. Así es la política. El PSOE, cuyo gobierno contribuyó a la expansión de los derechos de los ciudadanos en el ámbito de la igualdad y la sanidad, fue tragado por la mala administración de la crisis. En este contexto, no hay que olvidar que España forma parte de la Unión Europea, y por lo tanto, está obligada a cumplir con una serie de exigencias y requisitos fiscales. El gobierno de Zapatero le faltó capacidad de comunicación y de disuación frente a la creciente tasa de desempleo. Como paradoja, el nuevo gobierno tendrá que hacer los recortes que tanto criticó en la campaña.
– El futuro del PSOE. Saborear el amargo de la derrota siempre obliga a la revisión y a la rectificación. Zapatero lo hizo bien al no presentar su candidatura. La elección de Alfredo Pérez Rubalcaba fue buena, pero no estuvo cargada de entusiasmo e ilusión. Rubalcaba era un hombre operativo de la organización, que sabe cómo se manejan las estructuras de poder. Pero, no era el líder del partido. Eso sí, Rubalcaba lo hizo con dignidad y con responsabilidad, y con una extraordinaria cuota de sacrificio, en circunstancias muy difíciles. La rectificación, por lo tanto, viene. Se ha anunciado un Congreso que probablemente sea para comienzos del año próximo. Hay nuevos valores en el PSOE, que deberán asumir responsabilidades en el futuro cercano. Sobre ello, me referiré oportunamente.
– Más diversidad y pluralidad en el Congreso. Es la nota positiva de las elecciones, a pesar de la injusticia del sistema electoral español, que apuesta más a la gobernabilidad que a la representatividad. Sin embargo, por primera vez, habrán 13 partidos con representación en el Congreso de los Diputados, lo que evidencia mayor diversidad y pluralidad. Es cierto que el PP tiene mayoría absoluta, pero resultará interesante escuchar las sesiones de control en el Congreso, sobre todo ante los temas sociales que tanto preocupan a los españoles con una derecha que ha creado sus incertidumbres y con una Europa que reclama soluciones al margen de la política.
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Lecturas recomendadas:
Todo el poder para Rajoy por Guerra Eterna.
No es un cheque en blanco por Ignacio Escolar.
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