Lecciones de las elecciones de México
6 Jul
«El que gana es el que goza». Esta es una verdad que se aplica en todas las disciplinas, especialmente en la política. El Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido que se constituyó en el Estado mismo en México, y que fue sacado del poder a fines de la década de los noventa, en una clara renovación de su línea de acción, se convirtió ayer en la primera fuerza política mexicana, luego de haber estado en un tercer lejano lugar.
Por su parte, el Partido Acción Nacional (PAN), que desplazó al PRI del poder, ha pasado a ser la segunda fuerza política. Pero, el papel más triste lo ha hecho el Partido de la Revolución Democrática, que era la principal fuerza política en México, como referente de la izquierda, y que ha pasado a ocupar el tercer lugar.
El ajedrez político en México ha cambiado a partir de ayer. Desde mi punto de vista, los cambios se han producido por tres factores:
Primero, la actitud asumida por Andres Manuel López Obrador, quien fue el Candidato Presidencial del PRD, al intentar desconocer el triunfo legítimo del presidente Felipe Calderón, lo cual provocó un alejamiento con amplios sectores de la vida nacional, y de profundas fricciones internas en esta organización política. Basta con leer esto. López Obrador se convirtió, de la noche a la mañana, de un estadista a un luchador en las calles, lo cual no es aceptado ampliamente en México. Si el PRD quiere reivindicar su pensamiento de la izquierda, deberá abocarse a profundos cambios.
Segundo, la crisis económica global ha tenido un impacto fuerte en México, afectando los bolsillos de los mexicanos, y por vía de consecuencia, provocando escepticismo ante el gobierno. Aún cuando el presidente Calderón ha desafiado y lucha contra el crimen organizado, no ha tenido esa misma actitud en la lucha contra la pobreza. Esto explica en parte el descenso del PAN.
Tercero, la extraordinaria capacidad del PRI en conquistar votos, fundamentalmente del PRD, transformándose en una organización renovada y moderna, con distintos liderazgos. Es otro partido, muy distinto al PRI que gobernó México.
Estas son las lecciones de las elecciones de México. Los políticos dominicanos, y aquellos a quienes le gusta la política, deben analizar y observar este interesante proceso, a propósito de lo que ocurrirá en las elecciones de 2010. Obviamente, hay una diferencia clara: México tiene tres partidos mayoritarios. República Dominicana tiene dos partidos mayoritarios. Guardando estas distancias, veremos situaciones muy similares en el 2010, la antesala del 2012.
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