Creo en la libertad, la igualdad y la fraternidad como principios ordenadores de una sociedad justa. Pero de verdad, tomados en serio y adaptando su consecución a las realidades cambiantes del mundo.
Las sesiones del parlamento inglés son dramáticas, espectaculares y únicas. El protocolo es muy especial. Cada quien dice lo que quiere decir, y muchas veces, se producen situaciones como la vivida en la sesión de preguntas al primer ministro, el pasado 23 de mayo de 2012:
La cara y las expresiones del Speaker son de película. La persona que aludida por el primer ministro es Ed Balls. La cultura política británica, en su máxima expresión.
Anoche concluyó la visita de Estado del primer ministro de Inglaterra, David Cameron, al presidente Barack Obama, en la Casa Blanca. No era la primera vez que Cameron visita la Casa Blanca, pero sí era su primera visita de Estado, que constituye el más elevado acontecimiento que realiza el gobierno americano ante un dignatario extranjero.
La política es detalles, símbolos y gestos. Y, en eso, el protocolo norteamericano es espectacular. No hay un espacio que quede al descubierto. Es una mezcla de formalidad e informalidad. Se recibe al invitado en la explanada frontal de la Casa Blanca, se saludan a los miembros del gabinete, se escuchan los himnos, se pasan revista a la formación militar, se saluda al público presente, se pronuncian los discursos, se observa una marcha militar, se cierra la ceremonia y se sube al balcón para el saludo final. Con todos los detalles cubiertos (Por ejemplo, por ser primer ministro, la salva fue de 19 cañonazos, pues los 21 le corresponden a la Reina).
Ya en la Cena de Estado, en un ambiente más relajado, los discursos resaltan las características de ambos mandatarios. Muy a tono ambos discursos. Parecería que tienen mismo guión. Las anécdotas son espectaculares. Me encantó la que hizo Cameron sobre Richard Nixon, con un alto sentido del humor político. Pero, al final, ambos discursos destacan la solidez de la alianza histórica entre Inglaterra y Estados Unidos.
El otro gesto de ambos líderes fue que la noche antes de la visita de Estado, Obama y Cameron estuvieron viendo un partido de baloncesto en Ohio.
«Estuvo mal. Lo que ocurrió nunca debería haber ocurrido. El Gobierno es el responsable último de la conducta de las fuerzas armadas y por eso, en nombre del Gobierno, de hecho en nombre de nuestro país, lo lamento profundamente».
David Cameron, primer ministro de Inglaterra, reconociendo ante el Parlamento la verdad sobre las muertes del Domingo Sangriento de 1972 en Irlanda del Norte.
Por naturaleza, al ser humano le resulta difícil ajustarse a las normas de seguridad. Solo imaginarse el cambio radical de ser legislador a ser Primer Ministro, como ocurre en los sistemas parlamentarios. Es lo que está sucediendo con David Cameron, quien, luego de ser juramentado como Primer Ministro de Inglaterra, quiere seguir caminando desde 10 Downing Street (la sede del gobierno) al edificio del Parlamento, desoyendo las advertencias de su seguridad. Cameron, como el caballero Johnnie Walker, quiere seguir caminando. Y también, seguir usando su BlackBerry. Para marcar la diferencia también, Cameron tampoco se ha mudado a la sede de gobierno, aunque es por ésta razón, que parece será solucionada con una mudanza del No.10 al No. 11. Al final, estoy seguro que Cameron mantendrá su BlackBerry, caminará menos en Londres y se mudará a 10 Downing Street. Veremos.
La democracia parlamentaria inglesa es muy especial. La transición entre un gobierno y otro dura pocos días. Ya David Cameron está en 10 Downing Street. Como siempre, es una tradición, el primer discurso del Primer Ministro al llegar a su nuevo hogar, el cual comparto con ustedes.
Inglaterra celebra elecciones parlamentarias mañana jueves, que han concentrado la atención mundial. Por vez primera, desde hace más de cuarenta años, es muy posible que la Cámara de los Comunes sea un hung parliament, es decir que ninguno de los partidos tenga mayoría absoluta para formar un gobierno, lo cual plantea una serie de interrogantes en un país que no tiene Constitución y que se rigue por una serie de leyes y normas que regulan la transición del poder. Si, por ejemplo, David Cameron, el líder los conservadores, gana las elecciones, pero no logra mayoría absoluta, quien tiene la potestad para formar el nuevo gobierno es el primer ministro Gordon Brown, cuyo Partido Laborista se estima que quede en tercer lugar. Sin embargo, ya Cameron está amagando en saltar las reglas de la transición en Inglaterra. Indudablemente, que las elecciones de mañana pondrán a prueba más de siete siglos de existencia de un sistema político basado en las costumbres y las normas. A este tema, le continuaré dando seguimiento.
En medio del proceso electoral que vive Inglaterra, The Guardian ha publicado entrevistas por separado a los tres principales candidatos, en las que se revela su lado humano:
Ahora que en República Dominicana, tenemos a Ikea, cuya filosofía de ventas es que luego de uno comprar el producto en su tienda, uno mismo debe armarlo, recomiendo leer la propuesta de David Cameron, del Partido Conservador en Gran Bretaña, titulada Do it yourself. Es una respuesta a la importancia que ha alcanzado el Estado con motivo de la solución dada a la recesión mundial. En el fondo, hay que empoderar más a la gente ante el extraordinario poder que tiene el Estado. Guardando la distancia, es lo que hemos estado reflexionando en este proceso electoral, o le damos más poder a quienes ya tienen el poder, o le damos poder a la gente. Esa es la gran oportunidad que tenemos ahora ante el proceso electoral del 16 de mayo. En ese sentido, la propuesta de Cameron es certera.
Comentarios recientes