Libertad
26 Ago
La libertad es un sentimiento único. Shawshank Redemption es una de las mejores películas que he visto, con profundas lecciones. Este video musical lo dice todo.
Cee-Lo’s Shawshank Redemption from Dallas Observer on Vimeo.
26 Ago
La libertad es un sentimiento único. Shawshank Redemption es una de las mejores películas que he visto, con profundas lecciones. Este video musical lo dice todo.
Cee-Lo’s Shawshank Redemption from Dallas Observer on Vimeo.
11 Jun
La portada de La Reppublica es el mejor ejemplo de lo que está sucediendo en Italia, luego de la aprobación de la llamada ley mordaza, que, en el fondo, es una ley que restringe la libertad de prensa y las investigaciones judiciales bajo la sombra de proteger la privacidad de las personas. En una sociedad, como la italiana, cansada de las excentricidades y el exceso de poder de Berlusconi, la ley tiene por objeto:
«El proyecto prohíbe publicar cualquier escucha judicial en la prensa mientras no acabe la investigación preliminar (que en Italia suele durar años), bajo penas de hasta 450.000 euros para los editores y de hasta 30 días de cárcel para los periodistas. Además, limita el uso de las interceptaciones telefónicas, que desde ahora solo se podrán realizar cuando el fiscal detecte «graves indicios de delito» y durante un máximo de 75 días, prorrogables de tres en tres. Y restringe a 72 horas la utilización de micrófonos ambientales, que no se podrán usar en lugares privados.»
Solo recordar que antes Berlusconi intentó vulnerar el principio de la igualdad de todos ante la ley. Si a esta situación, se le agregan las declaraciones de Berlusconi sobre la Constitución italiana, es indudable que la democracia italiana está en franco retroceso. Veremos la actitud y la posición del presidente de Italia, Giorgio Napolitano, al momento de firmar la ley, que se espera sea para el 9 de julio, que puede ser que no la firme y la devuelva al Parlamento con modificaciones. Si Napolitano la devuelve, se crecerá como Jefe de Estado.
Mientras, Berlusconi solo se parece a Luis XIV en el Siglo 21.
23 Feb
Parece que la familia de Trujillo está decidida a reivindicar su memoria en un país que, como el nuestro, ha decidido desde hace mucho tiempo a que nunca jamás se repitan las dictaduras. Hace casi un año, escribí sobre estas memorias. Hoy, la prensa nacional publica algunos extractos del libro de Angelita Trujillo, en el que se afirma que después de casi 50 años de su muerte, Trujillo aún vive presente en el palpitar de los dominicanos.
Soy demócrata, y como tal, soy tolerante ante quienes tienen una opinión distinta a la mía. Si bien reconozco que, desde el punto de vista histórico, la vida de Trujillo, al igual que la de otros dictadores, sigue siendo un atractivo para editoras y librerías, no menos cierto es que nuestro país vive en democracia, con sus altas y bajas, y por lo tanto, la afirmación de la señora Trujillo no se corresponde con la verdad. La mayoría de los dominicanos no plantean ni evocan el modelo de Trujillo ni su persona con nostalgia ni como una solución ante nuestros problemas.
Trujillo fue un monstruo. Un sátrapa. Un dictador sangriento de la peor calaña. Como dominicano me preocupa que, en el Siglo 21, en el que estamos luchando por mejorar la democracia, se pretenda hacer un debate sobre un tema que evidentemente está cerrado en la mayoría de los dominicanos, respetando el papel de los medios de comunicación en su derecho a informar y a comunicar.
9 Nov
Lamentablemente no conozco Berlín, ciudad a la que admiro desde muy temprana edad. Quien primero me habló sobre el Muro de Berlín fue mi primo, Salvador Jorge Pérez, cariñosamente «Manito», quien casó con una ciudadana alemana, y me contaba sus peripecias en el Checkpoint Charlie. Para la época del relato, en los setenta, existían muy pocos matrimonios dominíco-alemanes, por lo que me resultaba curioso y aleccionador escuchar todas las historias de mi primo Manito, particularmente lo que significaba el Muro de Berlín.
Hoy se celebra el 20 aniversario de la Caída del Muro de Berlín, símbolo de la división en Alemania, entre el Oeste y el Este, entre democracia y comunismo, y es una fecha que, aunque desde la distancia, desde tan lejos en el Mar Caribe, no puedo pasar por alto. Desde que Ronald Reagan exclamó: Sr. Gorbachov, abra esta puerta, era cuestión de esperar. Recuerdo que el 9 de noviembre de 1989, recién llegado de la universidad en Santo Domingo, ví las imágenes por CNN, y me conmoví, al ver la gente derrumbando ese Muro, con alegría, con canciones, con libertad. A partir de esta fecha, la historia es conocida: Toda Europa del Este se desplomó. Los países grises, cuyas dictaduras y regímenes totalitarios solo habían impuesto el color gris, se convirtieron en países de colores y de alegría, con sus virtudes y defectos.
Si bien los países democráticos han asimilado la experiencia del Muro de Berlín, todavía quedan otros muros, como el que se ha construido en Israel, o como el que se ha construido entre la frontera de Estados Unidos y México. Quedan también los muros que no se ven, que son aquellos de la discriminación, de las desigualdades, que están construidos en muchos sitios y lugares, que afectan a millones de personas. Nos queda por lo tanto, aprendida la lección del Muro de Berlín, de que nunca jamás vuelvan a construirse estos muros, y que los que existan, puedan ser derribados por la racionalidad y la libertad.
16 Sep
Completando mi apunte anterior, el sistema de elección presidencial de Estados Unidos confirma un contraste que existe en esa hermana nación, que es cuna de las libertades.
Es increíble que Estados Unidos, el país que ha dado cátedras sobre la libertad de expresión y difusión del pensamiento, los derechos del justiciable, el debido proceso de ley, la lucha por la igualdad, y el establecimiento de mejores oportunidades para sus ciudadanos y los inmigrantes, tenga un sistema de elección que discrimine entre sus ciudadanos.
Y esto viene desde muy lejos, desde la misma redacción de la Constitución de Estados Unidos. Desde ahí se estableció que el sistema de elección presidencial sería de manera indirecta através de los Colegios Electorales. En esa época primó el criterio de que el peso de elegir al Presidente de los Estados Unidos debía recaer en los ciudadanos que tuvieran determinados conocimientos, y no en todos los ciudadanos. Aquí nacieron los electores de los Colegios Electorales.
Este mismo criterio se ha mantenido por más doscientos años. Luego de lo sucedido en el 2000, pensaba que se produciría un amplio movimiento para enmendar este sistema de elección, pero no ha tenido mayores éxitos.
Ahora en el 2008, con unas elecciones que se perciben muy cerradas, el mecanismo de elección presidencial está en su más grande prueba de fuego. Espero que despúes de estas elecciones, el Presidente de los Estados Unidos sea electo directamente, por el sufragio directo, de los ciudadanos, cerrando un capítulo, largo y complejo, que ha limitado el derecho de elegir a uno de las más importantes ciudadanos del mundo.
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