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La reelección de Obama

7 Oct

Arnold Schwarzenegger ha desatado los demonios en el Partido Republicano al afirmar que Obama ganará en el 2012, a pesar de que los republicanos recuperen la mayoría en el Congreso, al igual que otros presidentes norteamericanos. La realidad es que Obama ganará a menos que:

– Muera en el cargo. Esperemos que no.

– La economía concluya en un desastre. Esperemos que no, por nuestro bien. Tiene alrededor de 18 meses para dar la vuelta.

– Haya un desafío significativo de un tercero dentro de su partido que le duela más que su oponente. Eso parece bastante improbable.

– Él decida no buscar la reelección. Poco probable.

– Estar presidiendo una guerra muy impopular. Posible. Pero, si logra salir por la puerta grande de Afganistán, lo tendrá resuelto.

Bolívar, el visionario

16 Sep

«La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado, que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente.»

Simón Bolívar, en su discurso pronunciado en Angostura, 1819. Hace 191 años. Tiene más vigencia que nunca.

La paja del ojo ajeno

9 Abr

En República Dominicana, se ha prohibido la reelección presidencial consecutiva, por lo tanto el presidente Leonel Fernández quien está en su tercer período presidencial no podrá presentarse como Candidato Presidencial en las elecciones del 16 de mayo de 2012. A pesar de esta disposición constitucional, parece que sigue latente la idea de que se pueda, en su momento, modificarla. Al menos, ya comienza a plantearse esta reflexión, viendo la paja en el ojo ajeno. Basta ya de seguir confeccionando trajes a la medida. Hay que fortalecer las instituciones democráticas.

Sobre la reelección presidencial

19 Mar

La experiencia no se improvisa. Hacía tiempo que no leía un análisis, mesurado y objetivo, sobre la reelección presidencial, de la pluma del expresidente Julio María Sanguinetti, de Uruguay, titulado Lo mejor para todos. Totalmente de acuerdo.

P.D.: En mi país, República Dominicana, aunque la nueva Constitución proclamada en enero de este año, prohíbe la reelección presidencial consecutiva, todavía este capítulo no se ha cerrado. Falta mucho por ver. Quisiera estar equivocado.

Tan rápido… ¿otra reforma constitucional?

30 Ene

La verdad es que solo en la República Dominicana se pueden ver situaciones que no se ven en ningún otro país democrático. La nueva Constitución solo tiene cuatro días luego de haber sido proclamada, y ya una voz oficial y autorizada del partido de gobierno que, por demás fue actor importante del proceso de proclamación, está planteando esto. A estas alturas de la vida, cada día que pasa, se sorprende menos de las declaraciones de la mayoría de los políticos dominicanos, pero esto es incongruente e incoherente. Insisto, todavía nos falta mucho por ver.

Daniel, otro "Transformer"

21 Jul


Desde el pasado domingo, hay un nuevo integrante de los Transformers. Se trata de Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, quien acaba de anunciar que propondrá una reforma constitucional y un referendum para lograr su reelección presidencial. Es la misma iniciativa que tomó el presidente Manuel Zelaya en Honduras, y ya sabemos el resto de la historia.

Ortega es un hábil político y ha demostrado hacer algunos giros que le han augurado éxitos en su carrera política. Sin embargo, con este anuncio acaba de demostrar que todos los presidentes que están en torno a la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), cuyo presidentes, todos, con excepción de Cuba (por razones obvias), han logrado reformar la Constitución, estando en el ejercicio del poder, y logrado su reelección presidencial, con excepción de Zelaya.

Esta transformación en el ejercicio del poder para lograr la continuidad y la perpetuidad es preocupante. Preveo, desde ya, dificultades para que Ortega pueda lograr este objetivo político, y lo más grave, que pueda producirse un «efecto dominó» en otras democracias latinoamericanas. Por eso, todavía no hemos visto todo sobre el tema de la reelección presidencial en América Latina.

"Transformers"

1 Jul


A propósito del Golpe de Estado en Honduras, que tuvo su origen en la convocatoria del presidente Zelaya a un referendum para permitir su reelección, y luego de haber leído la opinión de Obama sobre la tercera reelección de Uribe, es oportuno recordar a quienes pertenecen, como la película, a los Transformers, presidentes que, en sus genes, se produce una mutación o transformación por la permanencia en el poder, reformando constituciones, haciendo referéndum o plebicitos, o aprovechando las reformas constitucionales hechas por sus antecesores. Aclaro que, mencionaré a los presidentes o expresidentes de finales del Siglo XX y de comienzos del Siglo XXI, que estan vivos, pues si mencionamos a todos, habría que comenzar con Porfirio Díaz en México y Joaquín Balaguer en República Dominicana. Ambos ostentan los récords de más gobiernos reelectos, al margen de cómo fueron sus reelecciones. Aquí van los integrantes actuales de este exclusivo Club de los Reeleccionistas:

Alberto Fujimori
Carlos Menem
Fernando Henrique Cardoso
Alvaro Uribe
Hugo Chávez
Rafael Correa
Evo Morales
Leonel Fernández
Luiz Inácio (Lula) da Silva

Como se puede apreciar, cada uno de estos mandatarios han vivido sus propias experiencias de reelección, y no tengo dudas de que en ellos, salvo casos excepcionales, como el de Lula, la reelección ha significado una carga muy pesada. Y es que, tal como dice Obama, en cuyo país está permitida la reelección consecutiva por un período adicional, «después de ocho años usualmente el pueblo desea un cambio». En algunos países, como el nuestro, con instituciones débiles, el cambio y la alternabilidad siempre es aconsejable y deseable después de cuatro años en el ejercicio del poder.

De algo estoy seguro, todavía no hemos visto todo sobre la reelección presidencial en América Latina y en el país.

4 años, ¿Poco tiempo?

19 May


Desde España, el presidente Leonel Fernández ha declarado que le parece que cuatro años es poco tiempo para poder dejar huellas en un proyecto político determinado. Si esta afirmación la hubiese dicho alguien que nunca hubiese estado en el poder, pudiera ser admitida, en principio. Sin embargo, quien ha hecho estas declaraciones, ha estado, nada más y nada menos, que 3,190 días en el ejercicio del poder (1996-2000, 2004-2008 y 9 meses desde el 16 de agosto de 2008), y le restan en el actual período unos 1,190 días. Al final de su mandato, el presidente Fernández habrá estado 4,380 días, un récord en la vida política del país.

Y aún así, él se muestra partícipe de la reelección por dos períodos consecutivos, pudiendo ser electo, luego de un período fuera del ejercicio de gobierno, aunque advierte su apoyo al pacto firmado el pasado jueves, que elimina la reelección presidencial consecutiva. Probablemente, lo que esté pasando es que este gobierno ha hablado mucho, con cantidad innumerable de discursos y proyectos presentados de manera virtual, y ha habido poca acción, salvo obras no prioritarias como el Metro de Santo Domingo, que el país no estaba en condiciones financieras de hacerlas. Ahora, estamos viendo los resultados con unas finanzas públicas en estado muy delicado para enfrentar la crisis.

La alternabilidad política, dada la historia caudillista y continuista de los gobernantes dominicanos (con las consabidas excepciones), es la única solución que tiene el sistema político nacional para fortalecer la democracia. Y lo que queda es que los gobiernos deben ejecutar sus programas de gobierno, concentrarse en su obra de gobernar, construir la institucionalidad, ejecutar buenos códigos de políticas públicas, con transparencia y sin corrupción, y hablarle al país sobre nuestras realidades, sin ilusiones, pero con esperanza.

Cuatro años es tiempo suficiente para sembrar huellas, siempre que se dedique exclusivamente a la ardua tarea de gobernar, consciente de que, como he dicho en otras oportunidades, el poder es transitorio, es como una sombra que pasa.