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La foto: Obama, Comandante en Jefe

22 Mar


Con la autorización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la comunidad internacional, através de las llamadas «fuerzas aliadas» inició la operación «Odyssey Dawn» o «Amanecer de la Odisea» sobre Libia. En realidad, quienes están dirigiendo las operaciones son los Estados Unidos de América. Es la primera vez, en muchos años, que el gobierno americano hace una acción bélica con la opinión contraria del secretario de defensa, quien públicamente advirtió que una «zona de exclusión aérea» es sinónimo de guerra. Y este tipo de operaciones militares, si en breve término no se obtienen los objetivos esperados, la permanencia atenta contra la misma acción militar. El presidente Barack Obama está dirigiendo personalmente la misión militar, tal como se observa en la foto, en la que, durante su viaje a Brasil, le instalaron una casa de campaña, cerca del hotel donde se alojaba, y ordenó el inicio de los ataques sobre Libia.

Libia no es Afganistán ni Iraq. El error más grave que cometerían las fuerzas aliadas es hacer una ocupación militar en Libia. Sería la contradicción más elocuente ante la ola de cambios que existe en el mundo árabe. Evidentemente que los países que se abstuvieron en la votación del Consejo de Seguridad, particularmente China y Rusia, no ejercieron el poder de veto, lo cual evidencia que hubo un acuerdo político. Por eso, ahora los llamados a «cese al fuego» de estos mismos países no tienen mucho eco, porque, cuando debieron ejercer el veto, no lo hicieron. Y por otra parte, queda demostrado, que la Asamblea General de Naciones Unidas no gobierna. Quien gobierna y decida es el Consejo de Seguridad. Insisto, hay guerras y hay guerras. Lo que está pasando en Libia, y lo que pasará en los próximos días, no es lo que quiere el pueblo de Libia. Que se retome el camino de la paz y el diálogo. No, a la guerra.

¿Ataque a Libia?

3 Mar

«Vamos a llamar a las cosas por su nombre… Una zona de exclusión aérea comienza con un ataque a Libia para destruir las defensas aéreas. Esa es la forma de hacer una zona de exclusión aérea. Y entonces usted puede volar aviones en todo el país y no preocuparse por nuestros muchachos ser derribado. Pero esa es la forma en que se inicia.»

Robert Gates, Secretario de Defensa de Estados Unidos, refiriéndose sobre la posibilidad de establecer una zona de exclusión aérea en Libia.

Robert Gates: no más Afganistán ni Iraq

28 Feb

Robert Gates no formó parte de los halcones que decidieron invadir a Afganistán ni Iraq. Le correspondió una tarea más muy delicada, al convertirse en Secretario de Defensa: administrar una guerra, con todas las consecuencias que ello implicó. Primero, tratar de tener las menos vidas pérdidas de soldados americanos; Segundo, convencer a quienes decidían las políticas en la Casa Blanca y el Congreso que el costo económico de la guerra debía ser respaldado; Tercero, y no menos importante, lograr retirar la mayor cantidad de tropas de Afganistán e Iraq en el menor tiempo posible; Cuarto, evitar la aparición del fantasma de Vietnam; y Quinto, adecuar y ajustar las Fuerzas Armadas de Estados Unidos a la nueva realidad mundial, en donde las prioridades no son las de la guerra fría.

Ha tenido la experiencia de trabajar con dos presidentes: George W. Bush y Barack Obama, lo que, sin dudas, le coloca en una categoría especial de servidor público. Como era lógico, ya anunció su retiro voluntario del cargo, y sus declaraciones públicas en estos días finales son con más libertad, y tienen un carácter de reflexión sobre el presente y el futuro del poder militar de la nación más poderosa del mundo. El pasado viernes 25 de febrero, Gates pronunció su último discurso ante West Point Academy en el que afirmó que no pueden volverse a repetir guerras como Agfanistan e Iraq:

«La necesidad de una pesada armadura y poder de fuego para sobrevivir, junto con, y destruir al enemigo siempre estará ahí, como los veteranos de la ciudad de Sadr y Fallujah no puede dudar de fe. Y uno de los beneficios de la reducción en Iraq es la oportunidad para llevar a cabo el tipo de formación de espectro completo – incluyendo ejercicios mecánicos de armas combinadas – que es descuidado para satisfacer las demandas de las guerras actuales. De cara al futuro, sin embargo, en la competencia cerrada por el presupuesto dentro y entre los servicios, el Ejército también debe enfrentarse a la realidad de que la más plausible, los escenarios de alta calidad para los militares de EE.UU. son los compromisos sobre todo naval y aérea – ya sea en Asia, el Del Golfo Pérsico, o en otro lugar. La estrategia racional para las fuerzas expedicionarias de rápido movimiento, ya sea del Ejército o infantes de marina, infantería aerotransportada o de operaciones especiales, es evidente dada la probabilidad de lucha contra el terrorismo, la reacción rápida, la respuesta a desastres, o la estabilidad o las misiones de las fuerzas de seguridad ayuda. Pero en mi opinión, cualquier secretario de Defensa de futuro que asesore al presidente a enviar de nuevo un gran ejército de tierra americana en Asia o en Oriente Medio o África debe «tener la cabeza examinada», como el general MacArthur tan delicadamente lo dijo en una ocasión.»

Muy pocos medios tradicionales se hicieron eco de esta especie de confesión. Solo ví esta noticia. El discurso de Gates tiene otros temas interesantes, sobre todo, relacionados con la promoción interna dentro de las Fuerzas Armadas, y la visión gerencial y corporativa que debe tener esta institución, aunque Gates, con razón dice que «el Ejército no es Apple, no es General Electrica ni la Cruz Roja». El discurso completo, aquí.

Los excepcionales

17 Ago

El servicio público es sacrificio. Es también tener la humildad necesaria para saber que, a pesar del ejercicio de la función pública, eres un ciudadano, un ser humano, de carne y hueso. El poder ciega, y muy pocos son capaces de colocarse por encima del conjunto de privilegios que el servicio público ofrece. Ser Ministro o Secretario de Estado es tener la oportunidad de hacer políticas públicas, pero también de hacer relaciones en el extranjero, de tener un vehículo con escolta, e incluso, hasta aviones o helicópteros. Probablemente, alguna membresía de un club social. Por eso, cuando leo noticias de funcionarios públicas que se salen de lo común, de lo ordinario, que son conscientes de sus responsabilidades y de sus límites, de la temporalidad del cargo, los clasifico como seres excepcionales. Son tan respetuosos que no colocan presión al presidente respecto a su permanencia en el cargo. Robert Gates, Secretario de Defensa de los Estados Unidos de América, es uno de ellos. Un ser excepcional.