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El futuro pertenece

5 Oct


Vía Perogrullo, comparto con ustedes este poster, obra de Roland Tiangco. En el fondo, asevera una verdad de perogrullo: El futuro le pertenece a quienes trabajan por sus metas, ideas, ilusiones y sueños. Definitivamente, ¡hay que sudar la gota!

Año difícil para los abogados: nuevos retos

6 Jul


El año 2009, sin haber terminado, ha sido declarado como el peor año para las firmas de abogados en Estados Unidos. Según Lawshucks, a la mitad de este año, se han perdido 10,723 puestos de trabajos (4,015 abogados y 6,708 empleados), cifra histórica. Cuando escribí este apunte en abril de este año, la cifra alcanzaba 3,677 desempleados.

Si sumamos estas cifras al creciente aumento del desempleo en Estados Unidos que en junio alcanzó la tasa de 9.5%, hay que concluir que la recesión que está viviendo Estados Unidos será muy larga. Lo cual es una mala noticia para quienes estamos en la República Dominicana, por nuestra alta dependencia del intercambio comercial con esta gran nación.

En estos días en que he estado muy inmerso en el ejercicio de esta profesión, he podido palpar la situación que está viviendo esta profesión en nuestro país. Lo primero es que hay que resaltar la gran cantidad de abogados que existe en la República Dominicana. A juzgar por mi número del Carnet de Abogados (año 1991), la cifra debe estar superando los 70,000 abogados en todo el territorio nacional, lo que obliga a especializar más los servicios legales y dar una mayor atención personalizada para marcar la diferencia.

He visto, con mucha tristeza, jóvenes abogados, incluso con maestrías hechas en universidades extranjeras de prestigio, que han tenido dificultades en ser contratados en el país, y se están dedicando a otras actividades comerciales para sobrevivir. Muchos están incursionando en el área de la tecnología y en negocios tan novedosos como la gastronomía. Es que no es fácil hacerse determinadas ilusionadas para luego chocar con la realidad de que se está haciendo difícil conseguir empleo en el país como consecuencia de la crisis económica.

Al no circular el dinero, no hay ofertas de empleos, y se están tendiendo a eficientizar el trabajo. En mi oficina, recibo con mucha frecuencia solicitudes de empleo, de gente muy calificada y buena, pero actualmente no hay vacantes. Al contrario, hay más ahorro y eficiencia. Una persona realiza distintas actividades que antes las hacían dos. En ese sentido, ha habido una reorientación de los servicios legales, incluyendo las modalidades de facturación. El pago por hora ya está formando parte del pasado, y hay una tendencia a facturar por valores fijos dependiendo del tipo de actividad o servicio que se ofrezca.

Lo que nunca va a cambiar es la responsabilidad, la honestidad y el ejercicio ético de la profesión, y esto cabe para todas las profesiones. Aún en los momentos más difíciles y aún en medio de los profundos cambios que está viviendo la sociedad globalizada. Hay que marcar la diferencia.

La esperanza está aquí

3 Abr


Duarte 101 y Ebgarcía han pedido mi opinión en torno al debate sobre ¿si vivir en tu patria o vivir fuera? Antes de responder esta interesante pregunta, lo primero que debo destacar es el respeto y la admiración que tengo por los/as dominicanos/as que residen en el exterior, especialmente aquellos que trabajan y viven en otros países, y que se han integrado a otras culturas, aún preservando nuestras raíces. A las mujeres y a los hombres que, con el sudor de su frente, realizan trabajos para, no solo sobrevivir en sociedades en las que el individualismo es su característica principal, sino para mantener a sus familias en nuestro territorio. Con mucho sacrificio, pasando a veces, mucho frío, y a veces, mucho calor, para ganarse su trabajo.

Unos son ejemplos vivos del «american dream» y del modelo europeo, así como también han sido acogidos por urbes latinoamericanas y asiáticas. Como dominicano, me siento orgulloso cuando veo que un/a dominicano/a se destaca en los distintos quehaceres humanos en el extranjero.

Así como dijo lo anterior, lo más triste es cuando veo en las noticias que dominicanos/as mueren en las costas tratando de llegar, de manera ilegal, a playas extranjeras. La desesperación, las frustraciones, y a veces, la ignorancia, lleva a buscar este tipo de escape. Es probablemente aquí donde más resida la opinión mayoritaria reflejada en encuestas y estudios de que el 57% de los dominicanos quiere irse del país. Este es el punto que debe motivar a reflexión a quienes les preocupa el presente y el futuro de nuestro país.

¿Qué hacer para evitar que este sentimiento contínue impregnándose en muchos dominicanos que prefieren irse del país, arriesgando incluso hasta sus vidas, en vez de quedarse aquí? Es obvio que no me refiero a quienes legalmente y legítimamente viajan a otros países para trabajar, aprovechando oportunidades únicas. Me refiero a quienes creen que, por el simple hecho de vivir en otro país, en ocasiones hasta por falta de información, estarán mejor que en su tierra natal.

Y, en esto, tenemos que hacer un ejercicio crítico. Veamosnos en el espejo de Haití. Cada vez que visito Haití, quisiera que cada dominicano tenga la oportunidad de visitarlo y conocerlo. Y cada vez que lo visito, me hago las siguientes preguntas: ¿Cuántos haitianos viven en el extranjero? ¿Cuántos recursos humanos extraordinarios de origen haitiano, en vez de estar trabajando en Haití, están en otros países, en exitosas actividades profesionales y comerciales? ¿Qué es Haití hoy? Pero, más aún, ¿Cómo era Haití en los 1800? y ¿Qué es hoy? Uno de los países más pobres del mundo, por la indolencia de sus gobernantes, y por la indiferencia de muchos de sus habitantes. Es a nuestro país, a quien más le conviene, que tengamos un Haití fuerte y estable.

El momento es propicio para hacer conciencia sobre la necesidad de cambiar el modelo de desarrollo de nuestro país. No podemos seguir en más de lo mismo. La esperanza está aquí, en la República Dominicana, en el espíritu noble y trabajador que siempre ha caracterizado a la mayoría de los dominicanos. Claro, nuestros problemas y retos no pueden ser resueltos el gobierno y un solo partido, lo debemos resolver entre todos/as, sin demagogia, sin sacarle provecho político, colocando los intereses nacionales por encima de los intereses personales y grupales. Es tener la capacidad que tuvieron países, como España, Japón, Argentina, Chile, Perú y Costa Rica, países que se levantaron después de fuertes períodos de inestabilidad política y económica, y hoy son ejemplos de democracia, con sus propias fortalezas y debilidades.

Necesitamos, por lo tanto, una estrategia y un plan nacional, que reivindique nuestros valores democráticos, el orgullo nacional, que coloque en el epicentro a la gente, al ciudadano, y continuar luchando y trabajando para que tengamos más democracia, más igualdad, más educación, más salud y más oportunidades.