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Un consejo atinado

18 Ene

A quienes les gusta la estrategia política, y a quienes participan o siguen la política, nunca se les puede olvidar que el hombre, siempre es el hombre. Excelente entrada de Pau Canaleta, vía Albert Medrán.

P.D. El texto de la entrada está en catalán, pero puede ser leído en español através del traductor de Google.

Refidomsa, todos los huevos en una sola canasta

15 Jun

Todo comenzó con la noticia de que el presidente Leonel Fernández iría a la reciente Cumbre de Petrocaribe a plantear que República Dominicana pagaría su factura petrolera con turismo y habichuelas. Al salir de la Cumbre, surge la noticia de que República Dominicana venderá el 49% de sus acciones en la Refinería Dominicana de Petróleo a Venezuela. Mi posición está externada en estas declaraciones publicadas en Diario Libre de hoy.

Solo quiero reiterar lo siguiente: Sin ningun tipo de transparencia, un tema de alta incidencia en la seguridad y en la producción nacional, el gobierno decide tomar esta decisión, colocando todos los huevos en una sola canasta. Ahora resulta que Venezuela que es dueña de Petrocaribe, y que es la principal suplidora de petróleo para nuestro país, también tendrá incidencia en la comercialización y distribución del petróleo en el país. Que conste que mi posición no está vinculada a la actual política venezolana, sino que está fundamentada eminentemente en la visión estratégica que debemos tener como país.

¿O es que le estamos pagando nuestra factura petrolera, o más bien la cuantiosa y voluminosa deuda que tiene el gobierno dominicano con Venezuela con el 49% de las acciones de Refidomsa? El gobierno tiene que ser transparente, hablar con claridad, y dar respuesta a tantas inquietudes legítimas sobre esta operación, que, si estuviéramos en otra nación, debía ser conocida por el Congreso Nacional.

Si eres político/a o te gusta la política, lee esto

23 May


Este artículo de Antonio Gutiérrez-Rubí titulado Los tristes no ganan elecciones (ni lideran, ni seducen, ni convencen) es una lectura obligada y recomendada para quienes están en política o les gusta la política. En lo que disfrutan su lectura, comparto con ustedes esta caricatura que simboliza el ejemplo más reciente de la sonrisa más exitosa en las lides políticas de los últimos años.

La esperanza está aquí

3 Abr


Duarte 101 y Ebgarcía han pedido mi opinión en torno al debate sobre ¿si vivir en tu patria o vivir fuera? Antes de responder esta interesante pregunta, lo primero que debo destacar es el respeto y la admiración que tengo por los/as dominicanos/as que residen en el exterior, especialmente aquellos que trabajan y viven en otros países, y que se han integrado a otras culturas, aún preservando nuestras raíces. A las mujeres y a los hombres que, con el sudor de su frente, realizan trabajos para, no solo sobrevivir en sociedades en las que el individualismo es su característica principal, sino para mantener a sus familias en nuestro territorio. Con mucho sacrificio, pasando a veces, mucho frío, y a veces, mucho calor, para ganarse su trabajo.

Unos son ejemplos vivos del «american dream» y del modelo europeo, así como también han sido acogidos por urbes latinoamericanas y asiáticas. Como dominicano, me siento orgulloso cuando veo que un/a dominicano/a se destaca en los distintos quehaceres humanos en el extranjero.

Así como dijo lo anterior, lo más triste es cuando veo en las noticias que dominicanos/as mueren en las costas tratando de llegar, de manera ilegal, a playas extranjeras. La desesperación, las frustraciones, y a veces, la ignorancia, lleva a buscar este tipo de escape. Es probablemente aquí donde más resida la opinión mayoritaria reflejada en encuestas y estudios de que el 57% de los dominicanos quiere irse del país. Este es el punto que debe motivar a reflexión a quienes les preocupa el presente y el futuro de nuestro país.

¿Qué hacer para evitar que este sentimiento contínue impregnándose en muchos dominicanos que prefieren irse del país, arriesgando incluso hasta sus vidas, en vez de quedarse aquí? Es obvio que no me refiero a quienes legalmente y legítimamente viajan a otros países para trabajar, aprovechando oportunidades únicas. Me refiero a quienes creen que, por el simple hecho de vivir en otro país, en ocasiones hasta por falta de información, estarán mejor que en su tierra natal.

Y, en esto, tenemos que hacer un ejercicio crítico. Veamosnos en el espejo de Haití. Cada vez que visito Haití, quisiera que cada dominicano tenga la oportunidad de visitarlo y conocerlo. Y cada vez que lo visito, me hago las siguientes preguntas: ¿Cuántos haitianos viven en el extranjero? ¿Cuántos recursos humanos extraordinarios de origen haitiano, en vez de estar trabajando en Haití, están en otros países, en exitosas actividades profesionales y comerciales? ¿Qué es Haití hoy? Pero, más aún, ¿Cómo era Haití en los 1800? y ¿Qué es hoy? Uno de los países más pobres del mundo, por la indolencia de sus gobernantes, y por la indiferencia de muchos de sus habitantes. Es a nuestro país, a quien más le conviene, que tengamos un Haití fuerte y estable.

El momento es propicio para hacer conciencia sobre la necesidad de cambiar el modelo de desarrollo de nuestro país. No podemos seguir en más de lo mismo. La esperanza está aquí, en la República Dominicana, en el espíritu noble y trabajador que siempre ha caracterizado a la mayoría de los dominicanos. Claro, nuestros problemas y retos no pueden ser resueltos el gobierno y un solo partido, lo debemos resolver entre todos/as, sin demagogia, sin sacarle provecho político, colocando los intereses nacionales por encima de los intereses personales y grupales. Es tener la capacidad que tuvieron países, como España, Japón, Argentina, Chile, Perú y Costa Rica, países que se levantaron después de fuertes períodos de inestabilidad política y económica, y hoy son ejemplos de democracia, con sus propias fortalezas y debilidades.

Necesitamos, por lo tanto, una estrategia y un plan nacional, que reivindique nuestros valores democráticos, el orgullo nacional, que coloque en el epicentro a la gente, al ciudadano, y continuar luchando y trabajando para que tengamos más democracia, más igualdad, más educación, más salud y más oportunidades.

¿Y cuál es nuestra estrategia ante el G20+1?

18 Nov

La recién finalizada Cumbre de Washington que reunió a los países desarrollados con los países emergentes, aglutinados bajo el G-20+1 (España no era integrante del G-20, y participó bajo la sombrilla de la Unión Europea), ha develado un nuevo orden político mundial.

Por vez primera, los países desarrollados, afectados por la recesión (Según los datos de la OCDE, Estados Unidos, -0.9% en 2009; Unión Europea, -0.5%; y Japón, -0.1%), han legitimado a los países emergentes, como las naciones que efectivamente han logrado desarrollar políticas económicas de crecimiento interno, y lo más importante, de haber prevenido lo que, en efecto, ha pasado en las principales economías industrializadas.

El éxito de los países emergentes se ha debido que, efectivamente, practicaron el decoupling, o su disociación o desvinculación de las economías industrializadas, lo cual les ha permitido no ser tan impactadas o expuestas por la actual crisis económica. China, Brasil e India exportan más a los países emergentes que a los países desarrollados o miembros de la OCDE. Es decir, no están dependiendo de las economías industrializadas. Aquí ha residido su éxito.

En medio de todos estos cambios mundiales, ¿cuál es la estrategia de República Dominicana ante esta nueva realidad global? ¿Cuál es el volumen de nuestro intercambio comercial en cada uno de los países miembros del G-20? ¿Tenemos representación diplomática en cada una de estas naciones, y qué estamos haciendo para atraer más inversiones?

Personalmente, desde hace unos cuatro años, he estado muy vinculado a Brasil. Es una lástima que, todavía, no tengamos un nivel de intercambio comercial que aproveche el potencial de esta hermana nación. Y, es que todavía no tenemos una estrategia coherente y definida de competitividad hacia Brasil, ni hacia ninguno de los países del G-20, salvo visitas esporádicas de delegaciones comerciales.

Tenemos que mirar hacia el Sur. Al Sur del Mundo. Tenemos que abrirnos hacia el Sur, con transparencia, con políticas estables. Y estoy seguro que también aprenderemos lecciones provechosas para elevar la calidad de vida de nuestro país.