Estadísticas: 200 años, 4 minutos
18 Dic
Impresionante. Visto aquí.
17 Dic
El New York Times es una de mis fuentes diarias, por la calidad de sus reportajes. Hace unos días, Bill Keller, el director del periódico, participó en el evento titulado Desde Watergate hasta Wikileaks: Secreto y Periodismo en la nueva era mediática, en el que tuvo la oportunidad para emitir su opinión sobre Wikileaks. Particularmente, llamó mi atención al proceso interno que sigue el periódico antes de publicar los cables cuya fuente es Wikileaks:
Primero, el periódico consulta con sus abogados para asegurarse que no vulneren la ley, y en todo caso, tener la protección legal.
Segundo, el periódico comparte esa información con reporteros que estén familiarizados con la divulgación de noticias secretas.
Tercero, el periódico le solicita a su departamento de informática que conviertan todo esa información en formato amigable para que pueda ser puesta en conocimiento del público.
Cuarto, el periódico le pasa la información a los reporteros que la trabajarán a profundidad, tanto en el país a que se refiera la noticia como en la propia sede central.
Quinto, el periódico redacta la noticia con «sentido común» para que pueda ser comprendida por los lectores.
Y sexto, la información que será publicada es remitida al Departamento de Estado o al que corresponda, solo para su conocimiento previo. Posteriormente, el periódico calendariza las noticias, e igualmente comparte esa información con Wikileaks. Keller aclara que Wikileaks es la fuente, no el socio del periódico.
Definitivamente, la experiencia no se improvisa. Después de todo, Keller dirige el periódico que provocó el principio del fin de la presidencia de Richard Nixon. La participación completa de Keller, aquí.
17 Dic
Recuerdo perfectamente este mitin, que fue el de cierre de la campaña electoral, antes del 16 de mayo de 1982. Fue celebrado en la explanada del Estadio Quisqueya, en Santo Domingo, República Dominicana. La otra foto recoge el momento en que mi padre es cargado, con su traje blanco y corbata, al momento de llegar a la manifestación. Ese día se confirmó su victoria. En el fondo, se observan afiches de José Francisco Peña Gómez, líder de siempre del Partido Revolucionario Dominicano; Jacobo Majluta, quien era candidato a senador por el Distrito Nacional; y mi padre, Salvador Jorge Blanco, candidato presidencial. Fue un día felíz.
Hoy, mi padre ha llegado otra vez a su casa, tras 28 días interno en la clínica. Sigue en estado de coma, pero he sentido la misma tranquilidad que hemos tenido siempre en nuestro hogar, a pesar de las altas y las bajas en nuestras vidas. En aquellos años de vida de duras pruebas, de alegrías y de tristeza, nuestra casa siempre fue nuestra fortaleza, el lugar para compartir, leer, reflexionar y descansar. Hoy nuestro apiario casero está de jubilo. Ha llegado quien se nutre de la miel. Un gladiador. Un luchador. El mismo que está en esa manifestación, en medio de la gente, del pueblo. Qué lección de vida.
17 Dic
Es el documental producido por la televisión sueca. Son 57 minutos, sin desperdicios:
16 Dic
El presidente de Estados Unidos de América recibe todos los días el President’s Daily Breifing, mejor conocido por sus siglas «PDB», el informe que recoge todos los datos y análisis de inteligencia sobre temas que comprometen la seguridad nacional. En sus memorias, George W. Bush comienza el capítulo relacionado con los ataques terroristas del 11 de septiembre, con su propia opinión sobre estos informes:
«Cerca de las 8:00am, yo recibí el Informe Diario al Presidente. El PDB, que combinaba inteligencia altamente clasificada con análisis profundos sobre geopolítica, era uno de los momentos más facinantes de mi día. El informe del 11 de septiembre, entregado por un brillante analista de la CIA comprendía sobre Rusia, China y las protestas en Palestina.»
Lo que ese informe no decía es que ese día ocurriría el peor atentado terrorista en suelo americano desde Pearl Harbor. En otra parte de sus memorias, hay otra referencia al Informe Diario al Presidente, del mes de agosto de 2001, relacionado con el interés de Osama Bin Laden de atacar al territorio americano, «pero no se pudo confirmar ningún plan concreto».
Incluso, en la página 35 de sus memorias, Bush cita parcialmente el contenido de ese PDB:
«No hemos podido corroborar algunos de los reportes más sensibles de amenaza, como el de… que Bin Laden quiere secuestrar un avión americano».
Esos puntos suspensivos están, reitero en la página 35 del libro de Bush, seguidos de la única nota al pie que tiene toda la obra, que reza:
«La fuente de este reporte, que es un servicio de inteligencia extranjero, permanece clasificado».
Ni quien fuera el presidente de Estados Unidos puede revelar ese nombre hasta que el gobierno americano decida hacerlo público. Un contraste con la transparencia develada por Wikileaks y los cables de la diplomacia americana.
16 Dic
Ese fue el último año en el que Dilia y yo atendimos al Colegio Las Américas, en Santiago, República Dominicana. Yo concluí la primaria, y si la memoria no me falla, creo que Dilia estuvo hasta segundo grado de primaria. La razón de nuestra abrupta terminación fue el hecho de que mi padre resultó electo Senador por Santo Domingo, Distrito Nacional, Capital de la República, y tuvimos que mudarnos, a iniciar una nueva vida en la capital.
Nuestra casa en Santiago quedaba en la Ave. Estrella Sadhalá, en donde está una importante agencia de venta de vehículos, casi llegando a la rotunda de la Ave. Bartolomé Colón. El colegio quedaba en la Ave. Juan Pablo Duarte, casi al lado de Codetel. Desde mi casa, era unos 10 minutos en carro, y unos 30 minutos caminando. Cuando mis padres no nos podían llevar, nos íbamos con el jardinero, a veces caminando, y otras veces, íbamos montados en burro. Dilia y yo lo disfrutábamos. Era parte de la aventura.
Mi madre siempre atenta, daba instrucciones precisas sobre nuestra merienda, que era muy particular. Nos ponía jugo de naranja, casabe tostado, queso y huevos hervidos, pues ese era el desayuno de mis padres, y como niños al fin, queríamos lo mismo que ellos desayunaban.
El Colegio Las Américas había sido fundado en 1966 (el mismo año de mi nacimiento) por Orestes e Igna Martínez, educadores cubanos que se establecieron en Santiago. Fueron parte del exilio cubano que se radicó en Miami, a la llegada del régimen castrista en Cuba. Era un colegio al que asistían los hijos de la clase media. De Las Américas, han salido excelentes profesionales en distintos quehaceres, y personas que son reconocidas por su trayectoria moral y familiar. A Las Américas, se le unía una excelente oferta educacional en Santiago, que incluía el Colegio La Salle, el Instituto Iberia, y el Evangélico.
Las Américas cerró sus puertas a principios de los noventa. Tengo muy gratos recuerdos de Orestes e Igna Martínez, ambos fallecidos, así como de los profesores de la primaria, y lógicamente de mis compañeros de primaria, con quienes me he encontrado ya en el ejercicio de la actividad política y profesional. Los ex-alumnos tienen un grupo en facebook para mantener ese vínculo, lo cual es una excelente iniciativa.
Aún cuando hice mi secundaria en el Colegio Loyola en Santo Domingo, mis padres siempre mantuvieron relaciones con Orestes e Igna. En la foto que comparto con ustedes, están Igna y mis padres, en una visita que le hicieron a ella en su casa en Santiago, antes del fallecimiento de Orestes. Igna, siempre fue una maestra, y le guardo a ella profundo respeto y admiración.
Hoy mi padre cumple 27 días en estado de coma, luchando por vivir. Dilia y yo estamos agradecidos de la educación que tanto mi madre como él nos dieron, y nos permitieron recibir, como mucho esfuerzo y sacrificio.
15 Dic
El debut de Wikileaks a principios del 2010, antes de la divulgación de los cables sobre Afganistán, Iraq y la diplomacia norteamericana a nivel global, fue el poderoso video, titulado Collateral Murder. Julian Assange quizo titularlo «Permission to Engage», pero al final, decidió por un título que revela la triste realidad de su contenido: 12 civiles fueron muertos por las tropas americanas en Iraq. Son 17 minutos. Oir el diálogo entre los integrantes del helicóptero con la torre de control, y en el fondo, los disparos, y ver la muerte de inocentes es dramático. Antes de divulgar este video, Assange mandó a dos personas a Iraq para confirmar los hechos, lo que le tomó varios meses. Comprobado todo, lo divulgó. Las declaraciones del vocero del ejército americano son lamentables e injustificables. Es otra manera de comprobar la ira que ha desatado Assange en los centros de poder, sobre todo de la ultra derecha americana, que lo ha declarado enemigo de los Estados Unidos de América. En la otra cara de la moneda, es la transparencia a su máxima expresión.
14 Dic
Esta foto la llevo siempre en mi memoria. Corresponde a la época en que mi padre, Salvador Jorge Blanco, estaba llegando a la cúspide de su popularidad, poco antes de ganar la Candidatura Presidencial por el Partido Revolucionario Dominicano. La foto fue tomada durante la reconocida tertulia que hacía el periódico Nuevo Diario, y que fue la portada de su edición del viernes 13 de noviembre de 1981.
La contemplo y veo sus rostros, llenos de alegría y de esperanza. Era un momento cumbre. Él sabía la responsabilidad que estaba a punto de caer sobre sus hombros. Ella, mi madre, era su cómplice, su apoyo, su asistente, su mujer. Mi padre vestido con el traje de mil rayas, característico de su personalidad, con su corbata y camisa de dos botones. Ella, con sus lentes, elegantemente vestida, y siempre bien dispuesta. La pareja excepcional.
Esas sonrisas la mantuvieron aún en medio de múltiples adversidades. Es la misma que tenía mi padre el viernes 19 de noviembre de 2010, cuando analizábamos las noticias deportivas. Ambos desconocíamos lo que iba a suceder el otro día. Hoy, mi padre cumple 25 días en estado de coma profundo, y 7 días respirando por sí solo. Es un gladiador. Esas sonrisas acompañarán a mis padres, siempre.
Nota sobre la foto: Agradezco al Director de El Nuevo Diario, Persio Maldonado, el detalle de haberme impreso la portada que contiene este recuerdo tan especial.
13 Dic
Wikileaks ha roto con el secreto de Estado: Aquella información que los gobiernos preservan por años para luego revelar su contenido, incluso cuando sus protagonistas han desaparecido. Por ejemplo, en Estados Unidos de América, cada cierto tiempo son revelados los contenidos de 3,700 horas grabadas de las conversaciones telefónicas y personales del presidente Richard Nixon durante los últimos dos años antes de su renuncia en 1974. Las más recientes revelaciones están relacionadas con la opinión personal de Nixon sobre los judíos, los afroamericanos, los italianos y los irladenses. En el fondo, Wikipedia ha venido a ratificar lo mismo que está en esas grabaciones: La política exterior de Estados Unidos depende de la visión personal de quienes la formulan y la ejecutan. La única diferencia es que, si Wikileaks no hubiese existido, nos hubiésemos tenido que acostumbrar a las divulgaciones de las informaciones que solo el gobierno americano hubiese permitido luego de que las mismas fuesen dispuestas para el conocimiento público, como los Nixon Tapes. ¡Qué viva la Internet! ¡Qué viva la democracia!
12 Dic
Mi padre nació en 1926, en Santiago, República Dominicana. Sus padres eran Pedro María Jorge y Dilia Blanco. Mi abuelo fue comerciante. Mi abuela dirigía el hogar. Pocos conocen que mi abuelo tuvo una industria licorera (que llegó a fabricar el «Cognac Jorge»), la cual tuvo que ser vendida luego por sugerencia de mi padre a otra importante empresa licorera, en un momento muy difícil. Con el producto de esa venta, mi padre le recomendó a mi abuelo que hiciera una inversión en las empresas Leon Jimenes, participación que se ha mantenido desde la década de los cincuenta hasta estos días. Mi abuela «Mama Limbert», como le decíamos sus nietos, era una mujer de trabajo, muy educada. Mi padre me contó que ella era muy amiga de doña Trini de Moya, la esposa de Horacio Vásquez, quien fue presidente de la República. Doña Trini, quien vivía en Tamboril, de donde es oriunda mi abuela, fue la autora del himno de las madres. En su casa, mi abuela escuchó las primera notas de unas de las canciones más bellas y hermosas de la humanidad.
Sus hermanos eran Pedro Jorge Blanco, uno de los mejores patólogos del país (incluso, el Laboratorio Pedro Jorge Blanco es una institución reconocida actualmente en todo el país), y Lidilia Jorge Blanco, quien tuvo experiencia en el mundo de las artes y de la música. Tía Lidilia tocaba el piano, tío perucho el violín y mi padre el cello. Una familia corta, pero cargada de los valores que integran la honestidad, el trabajo y la unión. De los tres, el único que se dedicó a la política fue mi padre. Siempre recibió el apoyo de sus padres y de su familia, particularmente en sus estudios. Mi abuelo hizo muchos sacrificios para que mi padre estudiara el doctorado en derecho en Madrid en 1952, una época de crisis y de mucha austeridad en España y aquí.
Mi abuelo nunca pudo ver a su hijo como presidente, pues falleció a inicios de 1982. Sin embargo, mi abuela sí pudo verlo, aunque nunca visitó el Palacio Nacional, ni sus hermanos tampoco, lo cual revela el desapego al poder, característica excepcional en estos tiempos. Cuando mi abuela falleció, mi padre no pudo estar presente, pues él se encontraba en Atlanta, Georgia, en 1988, bajo prescripción médica. Fue un día muy triste, en el que sintió la impotencia de no poder estar a su lado, y le escribió una carta la cual conservo. Mi padre siempre nos ha hecho anécdotas de mis abuelos, de su integridad, y de sus sentimientos por la democracia. Mis abuelos nunca apoyaron a la dictadura. Fueron amigos de Juan Bosch y de Peña Gómez, y de toda una generación de políticos.
Ese fue el hogar que vió nacer, crecer y desarrollar a mi padre, quien hoy cumple veintitrés (23) días en estado de coma profundo, luchando por su vida misma. Cuántos recuerdos.
Nota sobre la foto: Mi abuela, Dilia Blanco, cariñosamente «Mama Limbert», con su hijo, Salvador Jorge Blanco, mi padre, en un estudio fotográfico.
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