Archive | Enrique Krauze RSS feed for this section

Tres escritos sobre Chávez

7 Mar

Sus autores son de pensamiento ideológico diferente. Los tres conocieron a Chávez, en sus diferentes roles. Vale la pena leerlos:

Latinoamérica después de Chávez, por Lula.

Lo bueno, lo malo y lo feo de Chávez, por Moisés Naím.

Un amanecer distinto para Venezuela, por Enrique Krauze.

Más:

– El obituario de Chávez, publicado por The New York Times.

Demócratas y redentores

3 Oct

La historia de América Latina es la del culto a la personalidad del gobernante, sobre todo a aquellos que tienen en sus manos todo el poder. De las férreas dictaduras que caracterizan nuestra historia latinoamericana hemos pasado a otro tipo de liderazgo, que, si bien formalmente está revestido de los símbolos democráticos, exhibe el ‘mesianismo’ y exige su culto. Enrique Krauze describe en Tierra de redentores esta realidad:

La sacralización de la Historia en la persona de un héroe produce la figura política de los «redentores». En América Latina el proceso tuvo antecedentes populares en la guerra de independencia mexicana y en los movimientos mesiánicos de Brasil (que Vargas Llosa recreó en su clásica novela La guerra del fin del mundo), pero su versión moderna -a mi juicio- nace del agravio contra Estados Unidos a partir de la guerra de 1898. Todavía Martí, el último liberal del XIX, pudo soñar con una constelación de repúblicas americanas, orientadas al progreso y respetuosas entre sí. Pero las actitudes imperiales del «monstruo» en cuyas entrañas había vivido (y cuya democracia y dinamismo había admirado) terminaron por decepcionarlo. Con su muerte murió también el proyecto de una América homogénea e igualitaria.

Y añade:

El Réquiem por la Revolución había sido prematuro. La tensión entre Revolución y Democracia seguía desgarrando a América Latina. Mientras la democracia se consolidaba, el posmarxismo seguía imperando en no pocas universidades del continente (y hasta en algunas norteamericanas). Y a principios del siglo XXI, en Venezuela, el mito revolucionario reencarnó en un esperpento político extraído de Valle-Inclán. En su discurso inaugural, Chávez vituperó a la «maloliente» democracia y en su desempeño -como dicta Carlyle- buscaría reducir la historia venezolana a su biografía personal. Marx había escrito: «Todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces… una vez como tragedia y la otra como farsa». Chávez, es cierto, sería una caricatura de Fidel, pero una caricatura con cientos de billones de petrodólares en la cartera y un carisma diabólico: un caudillo posmoderno, un redentor por Twitter.

Evidentemente que hay excepciones a esta regla. Mujeres y hombres que ejercen la política dentro de la democracia para fomentar una mejor sociedad con más oportunidades e igualdades. Son los demócratas, y afortunadamente, son más que los redentores. El 2012, con importantes procesores electorales por delante, será clave para definir el futuro de la democracia latinoamericana. Veremos.

—————————————

Apunte relacionado con Enrique Krauze: Fidel Castro y Rómulo Betancourt, la reunión.

Fidel Castro y Rómulo Betancourt, la reunión

17 Sep


Para entender el presente, hay que conocer el pasado. Fidel Castro y Rómulo Betancourt, ambos en la cúspide de sus respectivas carreras, en 1959, específicamente en enero. El guerrillero que venía de derrocar al dictador, y luchaba por la revolución socialista, y el prócer que, por las urnas, era electo presidente de Venezuela. Es muy poco lo que se ha documentado de aquella reunión del 25 de enero de 1959 en casa de Betancourt. Apenas, la cronología publicada por la Fundación Rómulo Betancourt se limita a decir: «Entrevista en la casa RB, Presidente electo, con Fidel Castro.»

El expediente rojo escuetamente dice sobre esta reunión:

«Su encuentro con el candidato electo Betancourt no es tan afortunado: la falta de empatía es manifiesta desde el primer momento y, posteriormente, las relaciones entre ambos gobiernos se dificultarán hasta llegar a la ruptura.»

En la biografía de Betancourt en Wikipedia, solo se afirma:

«Castro se entrevistó con Betancourt, pero no hubo ningún tipo de empatía de parte del presidente venezolano con el insurgente cubano.»

Increíblemente, hay tantas fotografías de Castro, durante su visita de tres días en Caracas en 1959, y hay tantas fotografías de Betancourt de esos años. Sin embargo, que tenga conocimiento, no hay una sola fotografía de ese encuentro.

¿Qué fue lo que hablaron ambos líderes? ¿Por qué todas las crónicas coinciden en que no hubo empatía? ¿Que provocó ese distanciamiento?

En Poder y Delirio, Enrique Krauze dedica quince líneas que dicen la realidad de lo ocurrido:

«No sólo los estudiantes revolucionarios militan contra Betancourt. También Fidel Castro. El 24 de enero de 1959 viaja a Caracas (donde recibe una bienvenida apoteósica) y visita a Betancourt (entonces presidente electo) para pedirle petróleo. Betancourt le responde que el pueblo venezolano no regala el petróleo, lo vende y que no hará una excepción en ese caso. El encuentro -según los pocos testigos – es breve y áspero. Betancourt lo cala y sabe que Castro será, a partir de entonces, su enemigo mortal. Las ejecuciones que se practican en la isla lo alejan más. En noviembre de 1961 Cuba y Venezuela rompen relaciones. Agraviado por su expulsión de la Organización de Estados Americanos u OEA (aprobada a iniciativa de Betancourt en enero de 1962, en Punta del Este, Uruguay, con la solitaria oposición de México), Castro tiene sus puestos en Venezuela y en su petróleo».

Así fue la primera y única reunión entre Castro y Betancourt, con sus consecuencias. Ahora se puede comprender mejor el contexto actual de las relaciones entre Cuba y Venezuela.