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La política de los enterramientos

6 May

Osama Bin Laden, Hitler, Saddam Hussein, Uday y Qusay Hussein, Bonnie y Clyde, Ché Guevara, Jesse James, Lenin y Stalin, ¿qué tuvieron en común? Sus muertes fueron dramáticas. Cada uno en su dimensión. Tanto sus entierros, funerales como las fotos de sus restos tienen su propia historia. The Daily Beast ha publicado esta galería de fotos, con una breve explicación de cada caso. En el caso del Ché Guevara, recomiendo leer el artículo de Jon Lee Anderson en The New Yorker: Burial lessons: From Che to Bin Laden. Impresionante.

Ilusiones de dictadores

20 Ene

Luego de este apunte, han aparecido las últimas imágenes públicas de Saddam Hussein, nada más y nada menos, que en Babilonia. Hussein tenía el interés de igualarse a este emperador. Ilusiones de dictadores.

‘Destrujillización’ en Iraq

8 Ene


Cuando cayó la tiranía en mi país, se inició la destrujillización, proceso que consistió en eliminar toda la presencia de Trujillo de las áreas públicas, parques, oficinas, y residencias. Gran parte de ese proceso se hizo de manera espontánea, improvisada, por miles de ciudadanos que todo su dolor comprimido por años de censura, tortura e intolerancia fue canalizado através de la destrucción de estatuas, cuadros, fotos que tenían la figura de Trujillo o de sus familiares.

Lo mismo ha sucedido en otros países que han sufrido terribles dictaduras, como España con Franco, Chile con Pinochet, Paraguay con Stroessner, Nicaragua con Somoza, Haití con Duvalier, entre otros. Quizás, la más reciente escena que podamos tener en nuestra memoria es la foto de los soldados americanos derribando la estatua de Saddam Hussein en Bagdad, el 9 de abril de 2003. A pesar de que Saddam no había sido capturado por el ejército americano, esa imagen marcó el fin de la dictadura, y el advenimiento de nuevos aires en Iraq.

Cabe preguntarse si esa imagen fue parte de la propaganda militar americana para justificar su invasión militar, o fue el resultado de una acción popular que fue luego reforzada por la llegada de una brigada de soldados americanos a ese lugar. Todo indica que fue una acción popular, espontánea, improvisada de la gente que se avalanzó a esa estatuta, pero que por su magnitud, no podían por sí solos derrumbarla. Y fue, en ese momento, en que llegaron los soldados americanos, y completaron ese trabajo.

Igualmente, desconocía que los soldados americanos intentaron colocar una bandera iraquí, la cual fue sustraída por la multitud. Fue, entonces, que sin tener más banderas nacionales a mano, colocaron en la cara de Saddam, la bandera americana, imagen que recorrió el mundo.

La historia completa, aquí. Excelente trabajo de Propublica.

Fair Game o la furia de los halcones

9 Nov

Lo que el presidente George W. Bush y los halcones de la Casa Blanca le dijeron al mundo fue que había que invadir Irak debido a que Saddam Hussein estaba construyendo armas nucleares, lo cual estaba soportado, en reportes de inteligencia, en el sentido de que Hussein había comprado 500 toneladas de uranio en Nigeria. Lo dijo en la reunión conjunta del Congreso, luego del 11 de septiembre de 2001. Lo dijo Collin Powell en aquella sesión del Consejo de Seguridad. Todo resultó ser falso. Joe Wilson, un ex-Embajador a quien la Casa Blanca le asignó la misión de ir a Nigeria e investigar, dijo públicamente que el gobierno americano había inventando esas supuestas pruebas, lo cual, como era de esperarse, desató la furia de los halcones. Las estructuras de poder temblaron. Y la respuesta no se hizo esperar. Los halcones iniciaron una campaña de descrédito de su esposa, Valerie Plame, quien era agente de la CIA, para descalificar la opinión de Wilson. Todo un escándalo al mejor estilo de Washington. Es lo que ha retratado Fair Game, la película que hay que ver para conocer las interioridades del poder. Un interesante artículo del Washington Post, aquí.

Criaturas del imperio

10 Ago


Al ver esta foto, uno puede pensar que se trata de un ejecutivo de Wall Street. Todo planchado, traje de banquero, pañuelo en el saco, gemelos y reloj que solo lo venden en la Quinta Avenida. Es Charles Taylor, expresidente de Liberia, acusado de crímenes contra la humanidad, en el juicio de los diamantes sangrientos. Cuando leo esta noticia, y veo esta foto, pasan por mi mente, Noriega, Saddam Hussein, Somoza, Trujillo, entre otros, todos criaturas del imperio. Fueron hombres fuertes, apoyados en determinadas circunstancias por el imperio norteamericano. Al final, han dejado mucha sangre derramada, sobre todo de gente inocente, pero también corrupción e impunidad, en países que todavía no logran ponerse de pie. Algunos de ellos, fueron víctimas de sus propias maquinaciones, pues a quien hierro mata, a hierro muere. Otros, la justicia ciega, que actúa sin prisa y con firmeza, les dicta sentencia.

El precio de la lealtad

6 Ago

Siempre he dicho que la política es la mejor disciplina para conocer a los seres humanos. Es muy propensa a exponer a quienes la ejercen a muestras de oportunismo, de ingratitudes y de deslealtades. Y pasa en todas las democracias del mundo, e incluso, hasta en las dictaduras. El poder es así. Embriaga, emborracha, y es necesario tener alto sentido de los valores que forjan a una persona, como la gratitud, la lealtad y la humildad. Cuando estás en el poder, todos son amigos. Cuando estás en la desgracia política, muy pocos expresan su amistad. Eso se vive por estas latitudes, quizás por lo caribe del mar que nos rodea.

Desde la primera guerra del Golfo Pérsico, siempre le observaba por las noticias. Su inglés perfecto. Todo un diplomático. Era entonces el ministro de relaciones exteriores. Para la segunda guerra del Golgo Pérsico, esto es la invasión de Estados Unidos a Irak, ya él era el vice-primer ministro. Era la cara hacia el mundo. Un político astuto y hábil. Su único pecado fue que su jefe era Saddam Hussein. Siete años después, Tariq Aziz ha dado su primera entrevista, e independientemente de que se esté o no de acuerdo con sus conceptos, y lejos de haber sido hoy un oportunista o un ingrato, está demostrando lo que es la lealtad, un valor que escasea en este mundo. Y lo demuestra cuando asevera que en prisión no puede hablar mal de quien era su superior y su amigo, que cuando esté libre, en libertad, lo puede hacer. Ese es el precio de la lealtad.

Formidable primicia de The Guardian. El contenido de la entrevista es de primera. Y la foto actual de Aziz demuestra que los años pasan.

Para leer -1-

5 Ago

– La sicología del jonrón 600 de Alex Rodríguez.

– Saddam Hussein y Muammar Gadafi hicieron de las suyas en Austria.

– Bolt, el hombre más rápido del mundo, se retirará en el 2016.

– Elena Kagan, la cuarta mujer en la historia, llega a la Suprema Corte de Estados Unidos.

– Hasta a los presidentes, se le caen los regalos.

– Eva Mendes, sin palabras.