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«El corazón» de Dick Cheney

21 Oct

Siempre la salud de los políticos es de interés público. En el caso de Dick Cheney, quien tiene 71 años, es el mejor ejemplo de ello. Ha hecho lo que pocos han hecho. Ha abierto su historial médico a la opinión pública, al publicar el libro Heart, en el que revela los diferentes episodios cardíacos que sufrió en su vida, siendo el último, el trasplante de su corazón.

Ayer, en el programa «60 minutos»:

http://youtu.be/Gc2m4qjLyAI

 

Cheney no está en mi lista de políticos preferidos. Fue uno de los halcones de George W. Bush. Al margen de esto, reconozco que su historia de salud, vinculada a la política, es impresionante.

Temple Grandin o la fuerza de la voluntad

21 Abr

Abril es el mes del autismo. Temple Grandin es una mujer admirable. Es autista, por lo que sufrió durante sus primeros años de vida y de juventud lo que significaba padecer este trastorno sin el debido tratamiento adecuado. Superó esas dificultades, educándose y perfeccionando lo que le gustaba hacer. Hoy día es una autoridad en la ciencia animal, sobre todo en el bienestar de los animales explotados por la industria ganadera. HBO ha producido la película sobre su vida, cuyo trailer comparto con ustedes:

Ejemplo de superación y de fuerza de voluntad.

Haití, Bill Gates y el polio

1 Feb

Bill Gates lo dijo claramente ayer: El polio se ha reducido ya en un 99%. Si se cruza la línea de meta, será la segunda enfermedad erradicada en el planeta. Pero acabar con ese 1% es muy complicado. Según los datos ofrecidos por la Fundación Gates, solo cuatro países en el mundo tienen casos de polio: Afganistán, India, Nigeria y Pakistán. Ahora, agrego yo, deberán sumar un quinto país: Haití, en donde se han registrado cuatro casos de polio, cuya evaluación final están en manos del Centro de Investigaciones de Epidemias en Atlanta.

La Fundación Gates ha anunciado que invertirá 10,000 millones de dólares en campañas de vacunación para erradicar el polio. Dado que Haití no estaba en el mapa de esas campañas, lo prudente sería que una porción razonable de esa inversión vaya a Haití, y por nuestra cercanía, a la República Dominicana, como medida de prevención, como se recomienda aquí. Recuerdo que, en el gobierno de mi padre, Salvador Jorge Blanco, se hicieron exitosas jornadas de vacunación contra el polio, que fueron reconocidas en el plano mundial.

En estos días, me he leído Nemesis, la novela de Philip Roth sobre la llegada del polio a Newark en 1944. Una extraordinaria obra que describe el efecto devastador de esta terrible epidemia. Franklin Delano Roosevelt, probablemente el político más famoso afectado de polio, brindó una lección que nunca se puede olvidar y es que hay que proveer el acceso a la equidad de todos los ciudadanos, y eso fue lo que trató de resumir Bill Gates al expresar: «Si las sociedades no están a la altura de proveer salud básica a su gente, si no pueden dar de comer y educar a su gente, sus poblaciones y problemas crecerán y el mundo será un lugar menos estable».

Sr. Gates, incluya a Haití en el gran esfuerzo que su fundación está haciendo por la salud pública mundial. La presentación íntegra de la Fundación Gates, aquí. Continuaré dando seguimiento a este tema.

Fidel Castro, el paciente

21 Dic

Ahora que personalmente estoy viviendo una experiencia en la que tengo que tratar diariamente a médicos y enfermeras, y junto a mi familia, tomar decisiones, me pongo en los zapatos de los médicos que atendieron a Fidel Castro, quien es un paciente muy particular. Es el Secretario General del Partido Comunista de Cuba y es el líder del régimen cubano. Durante su enfermedad, según revelan los cables de Wikileaks, Castro es el que ha tomado las decisiones, incluyendo las más cruciales, aunque no hayan sido las mejores:

Presentaba una perforación en el intestino grueso y necesitaba una colostomía, una abertura en la parte exterior del abdomen para eliminar los productos de desecho hasta que sane el colon o se le efectúe otra cirugía para sustituir el ano, «a la que (Castro) se opuso, diciendo que debían cortar la parte infectada y empalmar el intestino al colón. El doctor (Eugenio) Selman, jefe del equipo, estuvo de acuerdo, pero el resto de médicos se opuso. Fidel, caprichosamente, se opuso», prosigue el informe. «Con el paso del tiempo, y al haberse infectado el colon, la operación falló y la parte empalmada se separó. Tuvieron que operarle de nuevo, pero se toparon con una fístula (una conexión anormal entre dos órganos), cuya existencia desconocían».

El informe recogido por la legación diplomática de EE UU agrega que normalmente una fístula bloquea la digestión de la comida, con lo que Fidel Castro perdió cerca de 18 kilos y hubo de ser alimentado con suero «y utilizaron un aparato fabricado en Corea para tratar la fístula, aunque sin mucho éxito». Fue entonces cuando fue llamado el médico español José Luis García Sabrido, quien descartó la existencia de un cáncer, «y dijo que el equipo cubano había hecho lo que creyó conveniente pero que lo correcto hubiera sido una colostomía», según se indica en el cable del jefe de la Sección de Intereses. «En ese momento, se procedió a la retirada del doctor Selman del equipo, quien ahora trabaja en un empleo de menor categoría en algún lugar».

De lo anterior, queda evidenciado que Castro mantuvo control total de las decisiones. Que probablemente, al igual que otros pacientes hombres, no quizo que le pusieran la bolsa para los desechos hasta que se recuperara el colon, y tomó la decisión que le resultó riesgosa al extremo de que finalmente, meses después, hubo que aceptar lo que originalmente había rechazado.

Y el destino de su médico original, Dr. Selman, que había recomendado lo correcto, pero que su recomendación no fue aceptada por Castro, está hoy ocupando un empleo de segunda categoría en Cuba, en una especie de desgracia política. Definitivamente, atender al paciente Fidel Castro es una tarea compleja.

1989, unión, fuerza y amor

29 Nov

He pasado muchas duras pruebas en mi vida, junto a mi familia. Pero pocas, como la de aquel verano de 1989. Mi padre estaba guardando prisión en la entonces «Cárcel Preventiva La Fe». Mi madre le visitaba todos los días, al igual que Dilia y yo, solo que mi madre permanecía desde las 8am hasta las 6pm, diariamente. Esto implicaba toda una logística en el sentido de que debíamos enviarle el desayuno, almuerzo y cena, cada día. En partidas dobles. A veces, Dilia llevaba el almuerzo, y yo, la cena, o viceversa.

Un sábado caluroso de ese verano, mi madre se despedía de mi padre. Iba cargada con una canasta que tenía los platos de su cena. La celda de mi padre estaba en un segundo piso, por lo tanto, ella debía bajar las escaleras, llegar al primer piso y salir hacia el parqueo. Ocurrió lo impensable:

Bajando las escaleras, mi madre se cayó, y sufrió una terrible fractura en el tobillo y en el pie izquierdo. No quiero recordarme mucho de ese día, pero ha sido la mayor sensación de impotencia que uno pueda sentir. Mi padre, desesperado en su celda, y mi madre, llevada de urgencia a una reconocida clínica privada, en condiciones de gravedad, por su conocida diabetes. Con toda responsabilidad hoy digo que los primeros auxilios que ella recibió no fueron a la altura de su gravedad. Le pudieron un yeso que le provocó quemaduras de tercer grado, y la situación se fue complicando, cada día que pasaba.

Vivíamos, durante esos días, entre la cárcel y la clínica, agustiados. En esas circunstancias, no hubo otra alternativa que viajar a Miami con ella. Debo ser justo, y reconocer que el presidente Joaquín Balaguer autorizó la salida de mi padre, y todos juntos, viajamos a Miami, con el Doctor Escipión Oliveira, un extraordinario profesional de la medicina y excelente ser humano.

Mi madre pasó cerca de un mes internada en el hospital. En su habitación, nos tomamos la foto que comparto con ustedes. Se observa la pierna izquierda de mi madre con unos clavos sobrepuestos antes del tobillo, y los dedos de los pies enyesados. Mi madre permaneció otros meses más en silla de ruedas. Luego tuvo que utilizar calzados especiales.

Mi padre sufrió esto como si hubiese sido él mismo, como yo sé que mi madre sufriría ver a mi padre batallando para salir del estado de coma. Pudimos salir de esta dura prueba, unidos. Mi padre nos enseñó a Dilia y a mi una frase inolvidable, que repetimos antes del almuerzo familiar: «Unión, fuerza y amor… venceremos».

El médico de la Casa Blanca

16 Nov

Ser médico es una de las profesiones más delicadas. Más aún, si su paciente es el presidente de los Estados Unidos de América. Es una posición que ciertamente da acceso al poder, pues, por sus funciones, el médico está cerca del presidente y de su familia. También debe atender al Vicepresidente y a su familia, e igualmente a los Jefes de Estado y de Gobierno que oficialmente visitan la Casa Blanca. Por lo tanto, debe ser una persona discreta y ajustada a sus funciones. A donde quiera que se traslade el presidente, siempre va su médico, que cuenta con un staff de veinticuatro personas. La Dra. Connie Mariano, de Filipinas, es la primer mujer en haber ocupado esas delicadas funciones, al haber permanecido en el cargo durante nueve años. Ha escrito sus memorias The White House Doctor: My Patients Were Presidents – A Memoir, en el que recoge sus vivencias como médico presidencial, así como las exigencias de tan compleja ocupación. Más, aquí.

El síndrome de Hybris

26 Sep

El poder embriaga, y a veces, enloquece. Se requiere un estado de salud físico y mental de tal magnitud para no caer en la embriaguez del poder. Quienes lo resisten son políticos excepcionales. La familia y el entorno son vitales para impedir el síndrome de hybris. David Owen ha recopilado a los políticos enfermos de arrogancia en su libro En el poder y en la enfermedad. Owen ha señalado que este síndrome, «tiene la singularidad de que no debe ser considerado como un síndrome de personalidad, sino como algo que se manifiesta en cualquier líder pero solamente cuando está en el poder». Son enfermos, pero muy poderosos.

Fernando Lugo y su salud

15 Ago

La salud de un presidente es cuestión de Estado. Es de interés nacional. Los ciudadanos eligen democráticamente a su presidente para que gobierne, por lo que, una enfermedad que afecte su capacidad o su discernimiento como gobernante obliga a mantener debidamente informado de todo cuanto padece. El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, padece de cáncer linfático, y fue objeto el pasado jueves de su primera sesión de quimioterapia en Sao Paolo, Brasil. Afortunadamente, superó esta primera prueba.

Desde que se detectó esta terrible enfermedad, el presidente Lugo ha mantenido informado a todo el país y al mundo de su situación. Designó a la Ministra de Salud como vocera para todo lo relativo a su estado de salud, misión que ha cumplido a total cabalidad. A su llegada a Paraguay desde Brasil, lo primero que ha hecho el presidente ha sido dirigir este mensaje sobre su estado de salud:

Es un comportamiento atípico, el del presidente Lugo. No es normal ni es la costumbre informar con toda transparencia el estado de salud del presidente de un país. Al menos, esa ha sido la tradición. Fidel Castro tiene una enfermedad, pero con certeza no se sabe exactamente su real diagnóstico. El Rey de España esta afectado de una enfermedad, pero solo se conocen reportes parciales. Hosni Mubarak, presidente de Egipto, está afectado de cáncer, pero nunca se ha dado un reporte oficial. Kim Yong Il, el dictador de Corea del Norte, fue operado hace varios años, y se dice que sufrió una parálisis cerebral, pero todo es especulación. Son secretos de Estado.

También en las democracias, hay ejemplos de falta de transparencia en la información de la salud de los presidentes. Kennedy sufrió una terrible enfermedad, que nunca se hizo público, sino años después de su muerte. Igualmente, Churchill sufrió un ataque cardíaco, y fue ocultado por varios años. Hay que señalar que recientemente la Casa Blanca divulga una vez al año el estado de salud del presidente, lo que es positivo.
La forma transparente con que el presidente Lugo ha manejado su enfermedad es excepcional, y desde el Mar Caribe, esperamos su pronta recuperación.

La historia de la botella de agua

9 Jun

Un documental sobre la realidad detrás de la industria del agua embotellada.

(Vía Escolar)

El baile de los guantes rosados

5 Jun

Gracias al efecto viral de Internet, comparto con ustedes este video que, además de ser divertido, revela que la unión definitivamente hace la fuerza, sobre todo cuando se trata de crear conciencia sobre terribles enfermedades, como lo es la lucha contra el cáncer de máma. Ya el video lleva más de diez millones de vistas.