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‘Rejuvenecimiento en el PCC’.

24 Abr

Genial.

Sucesión política en Cuba

19 Abr


Ha concluido la hora cero en Cuba. No hubo sobresaltos, ni renovaciones radicales. La nota más destacada del VI Congreso del Partido Comunista Cubano ha sido que, por primera vez desde 1959, alguien que no se apellida Castro, José Ramón Machado (quien combatió junto a Fidel Castro en la revolución) ocupa el puesto de Segundo Secretario, el No. 2, del partido. Como era de esperarse, el puesto No.1, el de Secretario General, lo ha sido para Raúl Castro, quien por demás es presidente de Cuba, «por sus méritos, trayectoria, fidelidad al pueblo, al partido y a Fidel», y porque «garantiza la continuidad de la revolución», así lo ha expresado quien ha anunciado ambas designaciones.

Que nadie tenga dudas: «Asumo el puesto para defender, preservar y continuar perfeccionando el socialismo, y nunca permitir el retorno del capitalismo», ha dicho Raúl Castro. A pesar de la retórica, el Congreso ha aprobado más de 300 modificaciones, que deberán ser convertidas en ley por la Asamblea Nacional, y que revelan una profunda reforma al régimen:

Descentralización; autogestión empresarial; estímulo a la iniciativa privada y al trabajo por cuenta propia, aunque con límites; reducción de los gastos sociales – la libreta de racionamiento desaparecerá paulatinamente – y drástico ajuste del empleo estatal, aunque con plazos flexibles.

Cuba inicia a partir de hoy una larga y compleja sucesión política. Un tanto diferente a lo que sucede en otras naciones, como España, en donde matar al padre es la tradición. Fidel Castro es ahora el símbolo de la revolución. Su poder es obvio, aunque no es formal. El Jefe de Estado y de Gobierno, y del partido, es Raúl Castro. José Ramón Machado es el segundo secretario del partido. Hace menos de diez años era impensable ver esto. Al Comité Central y al Politburó se han incorporado jóvenes, aunque no con la presencia que originalmente se pensaba. Todavía la vieja guardia no está dispuesta a ceder posiciones, ni que se produzca la glásnost. Pero, la realidad, poco a poco, se va imponiendo, con la paciencia y la resistencia del hermano pueblo cubano.

Hora cero en Cuba

16 Abr

«Se acabaron los plazos: o hacemos los cambios o nos hundimos en el precipicio», sentenció Raúl Castro, presidente de Cuba, en su discurso ante la Asamblea Nacional en diciembre del 2010. El Partido Comunista Cubano celebra a partir de hoy su VI Congreso en el que resultará electo el nuevo Comité Central. Probablemente, sea el último Congreso de la era Castro.

Los secretos de Robert Kennedy

26 Ene


El principal consejero, asesor y amigo del presidente John F. Kennedy lo fue su hermano Robert F. Kennedy. No solo fue su jefe de campaña, sino que JFK lo designó como Procurador General, y sin temor a equivocarme, ha sido uno de los más poderosos Procuradores Generales en toda la historia de Estados Unidos. Lo curioso es que, a diferencia de otros documentos oficiales de la presidencia de JFK, los documentos oficiales de RFK permanecen en secreto, inaccesibles al público, y están custodiados por su propia familia en la biblioteca presidencial Kennedy. No hay que olvidar que RFK jugó un papel trascendental en la crisis de los misiles de 1962, y que estructuró y participó en una directiva oficial para derrocar al gobierno de Fidel Castro. Adicionalmente, libró una batalla por los derechos civiles y fue un protector de Martin Luther King. Fue también Procurador General bajo el gobierno de Lyndon Johnson. Es decir, sus opiniones y sus posiciones, contenidas en esos documentos, son de un valor incalculable para los historiadores. Lo razonable sería que estos documentos pudiesen ser puestos a disposición del público. La historia, aquí.

Fidel Castro, el paciente

21 Dic

Ahora que personalmente estoy viviendo una experiencia en la que tengo que tratar diariamente a médicos y enfermeras, y junto a mi familia, tomar decisiones, me pongo en los zapatos de los médicos que atendieron a Fidel Castro, quien es un paciente muy particular. Es el Secretario General del Partido Comunista de Cuba y es el líder del régimen cubano. Durante su enfermedad, según revelan los cables de Wikileaks, Castro es el que ha tomado las decisiones, incluyendo las más cruciales, aunque no hayan sido las mejores:

Presentaba una perforación en el intestino grueso y necesitaba una colostomía, una abertura en la parte exterior del abdomen para eliminar los productos de desecho hasta que sane el colon o se le efectúe otra cirugía para sustituir el ano, «a la que (Castro) se opuso, diciendo que debían cortar la parte infectada y empalmar el intestino al colón. El doctor (Eugenio) Selman, jefe del equipo, estuvo de acuerdo, pero el resto de médicos se opuso. Fidel, caprichosamente, se opuso», prosigue el informe. «Con el paso del tiempo, y al haberse infectado el colon, la operación falló y la parte empalmada se separó. Tuvieron que operarle de nuevo, pero se toparon con una fístula (una conexión anormal entre dos órganos), cuya existencia desconocían».

El informe recogido por la legación diplomática de EE UU agrega que normalmente una fístula bloquea la digestión de la comida, con lo que Fidel Castro perdió cerca de 18 kilos y hubo de ser alimentado con suero «y utilizaron un aparato fabricado en Corea para tratar la fístula, aunque sin mucho éxito». Fue entonces cuando fue llamado el médico español José Luis García Sabrido, quien descartó la existencia de un cáncer, «y dijo que el equipo cubano había hecho lo que creyó conveniente pero que lo correcto hubiera sido una colostomía», según se indica en el cable del jefe de la Sección de Intereses. «En ese momento, se procedió a la retirada del doctor Selman del equipo, quien ahora trabaja en un empleo de menor categoría en algún lugar».

De lo anterior, queda evidenciado que Castro mantuvo control total de las decisiones. Que probablemente, al igual que otros pacientes hombres, no quizo que le pusieran la bolsa para los desechos hasta que se recuperara el colon, y tomó la decisión que le resultó riesgosa al extremo de que finalmente, meses después, hubo que aceptar lo que originalmente había rechazado.

Y el destino de su médico original, Dr. Selman, que había recomendado lo correcto, pero que su recomendación no fue aceptada por Castro, está hoy ocupando un empleo de segunda categoría en Cuba, en una especie de desgracia política. Definitivamente, atender al paciente Fidel Castro es una tarea compleja.

Los delfines de Fidel

18 Sep

Cuando Fidel Castro concedió la entrevista a Jeffrey Goldberg, Castro lo invitó a ver el show de delfines en el Acuario de La Havana. Goldberg dijo que nunca había visto un show tan espectacular. Y la verdad que lo es. El show es debajo del agua, y con buceadores (sin equipos de oxígeno) que lo hacen de primera categoría. Más fotos de Castro en el Acuario, aquí.

Fidel Castro y Rómulo Betancourt, la reunión

17 Sep


Para entender el presente, hay que conocer el pasado. Fidel Castro y Rómulo Betancourt, ambos en la cúspide de sus respectivas carreras, en 1959, específicamente en enero. El guerrillero que venía de derrocar al dictador, y luchaba por la revolución socialista, y el prócer que, por las urnas, era electo presidente de Venezuela. Es muy poco lo que se ha documentado de aquella reunión del 25 de enero de 1959 en casa de Betancourt. Apenas, la cronología publicada por la Fundación Rómulo Betancourt se limita a decir: «Entrevista en la casa RB, Presidente electo, con Fidel Castro.»

El expediente rojo escuetamente dice sobre esta reunión:

«Su encuentro con el candidato electo Betancourt no es tan afortunado: la falta de empatía es manifiesta desde el primer momento y, posteriormente, las relaciones entre ambos gobiernos se dificultarán hasta llegar a la ruptura.»

En la biografía de Betancourt en Wikipedia, solo se afirma:

«Castro se entrevistó con Betancourt, pero no hubo ningún tipo de empatía de parte del presidente venezolano con el insurgente cubano.»

Increíblemente, hay tantas fotografías de Castro, durante su visita de tres días en Caracas en 1959, y hay tantas fotografías de Betancourt de esos años. Sin embargo, que tenga conocimiento, no hay una sola fotografía de ese encuentro.

¿Qué fue lo que hablaron ambos líderes? ¿Por qué todas las crónicas coinciden en que no hubo empatía? ¿Que provocó ese distanciamiento?

En Poder y Delirio, Enrique Krauze dedica quince líneas que dicen la realidad de lo ocurrido:

«No sólo los estudiantes revolucionarios militan contra Betancourt. También Fidel Castro. El 24 de enero de 1959 viaja a Caracas (donde recibe una bienvenida apoteósica) y visita a Betancourt (entonces presidente electo) para pedirle petróleo. Betancourt le responde que el pueblo venezolano no regala el petróleo, lo vende y que no hará una excepción en ese caso. El encuentro -según los pocos testigos – es breve y áspero. Betancourt lo cala y sabe que Castro será, a partir de entonces, su enemigo mortal. Las ejecuciones que se practican en la isla lo alejan más. En noviembre de 1961 Cuba y Venezuela rompen relaciones. Agraviado por su expulsión de la Organización de Estados Americanos u OEA (aprobada a iniciativa de Betancourt en enero de 1962, en Punta del Este, Uruguay, con la solitaria oposición de México), Castro tiene sus puestos en Venezuela y en su petróleo».

Así fue la primera y única reunión entre Castro y Betancourt, con sus consecuencias. Ahora se puede comprender mejor el contexto actual de las relaciones entre Cuba y Venezuela.

Fidel Castro, reinventado

8 Sep

Dedicado a Juan Carlos Guerra, con aprecio y respeto.

Más que Fidel, Reloaded, Castro está reinventándose. Luego de regresar a la palestra pública, ya con menos responsabilidades oficiales, aunque es el Secretario General del Partido Comunista de Cuba, y también sigue siendo el Comandante, Castro se mueve ahora en el terreno de los hombres de estado con experiencia, que tienen lo que los americanos llaman «seniority», una jerarquía que viene dada por los años de servicio, por la experiencia acumulada.

Con esa extraordinaria capacidad, Castro aprovecha el escenario internacional para hablar de globalización, de los conflictos bélicos, sobre todo en Oriente Medio, de la guerra nuclear, claro, siempre bajo su prédica constante en contra de la política imperialista y del bloqueo a Cuba. El Fidel que vemos ahora es un estadista que invita a destacados periodistas y escritores a La Habana, a discutir, durante días, la situación global. Permanece más de cinco horas, y a veces, días discutiendo y hablando con sus invitados. Habla con franqueza, y sin ceder en sus principios que lo ha convertido en un símbolo y patriota. Que sigue siendo un dialéctico materialista, o que erró cuando le pidió a los rusos que bombardearan Estados Unidos, durante la crisis de los misiles en 1962, o que le ofrece un consejo a Ahmadinejad de que no siga atacando a los judíos, o que Bin Laden es un agente de la CIA. Castro está revisitando la historia, y también su propia historia.

Es en ese contexto, que Castro se entrevista, por separado, con Daniel Estulin y con Jeffrey Goldberg. Ambas entrevistas son muy valiosas, con muchos detalles (particularmente la de Goldberg – que ha prometido publicar otros artículos, pues estuvo cinco días junto a Castro, recientemente) y recomiendo su lectura, para así conocer más al Comandante, reinventado.

Actualización: El segundo artículo de Goldberg es muy interesante. Curiosamente, Castro lo invitó a ver el show de delfines en el acuario de La Habana. Eso fue un lunes, día en que el acuario estaba cerrado. Castro lo mandó a abrir exclusivamente para Goldberg, quien afirma que vió el mejor espectáculo de delfines de su vida.

Para leer -2-

7 Ago

– Las habitaciones de 14 hombres famosos.

– Wyclef Jean, ¿Presidente de Haití?

– Fidel Castro, hablando de todo, menos de Cuba.

– Colombia tiene hoy al 59 presidente, Juan Manuel Santos.

– El socialismo solo puede llegar en bicicleta.

– Miss Haití, ilusionante.

– Para los dominicanos de ultramar, mangú y tostones.

– Bailando bajo la lluvia, excelente.

Discursos de 90 minutos, largos y poca sustancia

26 Sep


Hay políticos que les gusta hablar durante sus discursos más del tiempo razonable, exhibiendo incluso dosis de histrionismo. Hay discursos memorables de Fidel Castro que duraban horas y horas, en momentos cruciales de la vida de Cuba. El presidente Hugo Chávez está también entre los oradores de alto rendimiento. Sin embargo, hoy día, los auditorios buscan más sustancia, menos retórica y mensajes más cortos. No hay que cansar el auditorio. Sara Palin vivió esta experiencia en Hong Kong recientemente, con un discurso que duró 90 minutos. Y por si acaso, si usted no tiene nada que decir, y mucho menos si está debutando ante un nuevo auditorio, no repita lo que hizo Muammar Gaddafi durante su discurso en las Naciones Unidas, que duró 90 minutos. Entrará en los clásicos de lo que nunca se debe hacer.